Una alpinista muere congelada a pocos metros de la cumbre y ahora acusan a su compañero de homicidio: ¿por qué?
En Austria
Un equipo de rescate se ofreció a evacuarles en helicóptero, pero su pareja rechazó la asistencia
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Grossglockner
La muerte de la alpinista austríaca Kerstin Gurtner el pasado 18 de enero en el Grossglockner, la montaña más alta de Austria, ha desencadenado una fuerte polémica sobre la responsabilidad en expediciones de alta montaña.
La tragedia ocurrió a escasos 250 metros de la cumbre, en uno de los tramos más exigentes de la ruta, cuando Gurtner y su pareja, Thomas Plamberger, quedaron atrapados por un temporal. Ambos eran montañeros aficionados, aunque él contaba con mayor experiencia.
¿Qué ocurrió?
Tras horas de ascenso, la noche cayó, el viento aumentó y las temperaturas se desplomaron. Un equipo de rescate se ofreció a evacuarles en helicóptero, pero Plamberger rechazó la asistencia. Según su versión, pensó que ambos estaban en condiciones de continuar y preferían alcanzar la cima antes de descender.
Sin embargo, la situación se deterioró rápidamente. Gurtner comenzó a mostrar signos de agotamiento y quedó rezagada. Plamberger dejó claró que pararon, pero que ella ya no pudo seguir avanzando.
Fue entonces cuando decidió descender solo para buscar ayuda, dejando a la alpinista en una zona poco protegida, sin material térmico suficiente para soportar temperaturas extremas y equipada, además, con botas de snowboard y un splitboard, equipo que no es adecuado para una ascensión invernal tan exigente.
Grossglockner
Las autoridades sostienen que esa elección de material fue uno de los factores que contribuyeron al desenlace fatal. La mujer murió congelada pocos metros por debajo de la cumbre. La fiscalía de Innsbruck acusa ahora a Plamberger de homicidio por negligencia grave, señalando que el montañero habría cometido “hasta nueve errores decisivos”.
Entre ellos, una planificación deficiente —la salida se inició dos horas más tarde de lo recomendable para completar la ruta con seguridad—, la falta de respuesta a las llamadas de rescate y la ausencia de señales hacia un helicóptero policial que sobrevoló su posición a las 22:50 horas.
La policía afirma que intentó contactar repetidamente con él antes de que devolviera la llamada pasadas las 00:35 horas, conversación que, según los fiscales, fue “confusa” y tras la cual Plamberger volvió a silenciar el teléfono, lo que impidió nuevas comunicaciones críticas.
El acusado niega haber cometido delito alguno. Su abogado cuestiona parte de la cronología presentada por la fiscalía y sostiene que la decisión de que él descendiera y ella permaneciera en el lugar fue tomada “de mutuo acuerdo”.
Los que investigan el caso subrayan que Gurtner era inexperta en ascensiones de esta dificultad y altitud, y que Plamberger no la colocó en un punto resguardado ni le entregó elementos básicos de supervivencia, como el saco de vivac o mantas térmicas.