Maite Galdeano no se va a rendir. Mientras ella aún digiere las palabras de Sofía Suescun y Kiko Jiménez en su última entrevista, Maite ya tiene claro el siguiente capítulo de su vida: un futuro muy cerca de su hija. Lo curioso es que Sofía no quiere ni oír hablar del tema. Sin embargo, esto no detiene a Maite, que parece estar decidida a cambiar las reglas del distanciamiento familiar.
Para ella, como expresó en su nueva entrevista en ¡De Viernes!, mantener la relación con Sofía es imprescindible, y no se imagina su vida sin esos momentos que solían compartir: “No puedo vivir. Sin esos paseos, sin ir a comer por ahí… pues lo que hace una madre con una hija”.
Juntas pero no revueltas
Maite lo tiene todo pensado
Sin embargo, lo que realmente ha sorprendido es su idea de mudarse a Valdemorillo, el pueblo donde residen Sofía y Kiko Jiménez. Según comentó durante el programa, ya está mirando terrenos cerca de su casa para construir su propio hogar.
Aunque admitió que no quiere invadir la vida de su hija como sí pudo haberlo hecho en el pasado, parece convencida de que esta proximidad puede ayudar a reconstruir los lazos rotos: “Yo quiero hacerme mi propia casa y vivir desde mi propia casa como pueda, pero hablarme con mi hija tranquilamente”.
El entorno tampoco parece ser un problema para Maite. Según ella, Valdemorillo no solo le resulta atractivo por la cercanía con Sofía, sino también por el cariño que siente de sus vecinos. “Todo el pueblo de Valdemorillo me adora. Cuando vuelva, se van a ver contentos y felices. Y tengo amigas”, aseguró con entusiasmo. Además, la autobusera siempre se ha mostrado muy favorable a vivir en un entorno rural.
La situación familiar, sin embargo, está lejos de resolverse. Sofía ha dejado claro en numerosas ocasiones que prefiere mantener distancia, algo que complica los planes de su madre. A pesar de ello, Maite no pierde la esperanza de recuperar la relación con sus hijos y queda claro que no piensa rendirse fácilmente.