Frank Cuesta, ya en libertad, denuncia irregularidades tras su detención por posesión ilegal de animales: “Oficialmente soy un delincuente”

Futuro incierto en Tailandia

Aunque no da nombres, menciona evidencia de reportes y comunicaciones, asegurando que lo sucedido no es fruto de la casualidad

Frank Cuesta asegura que plantará cara hasta el final

Frank Cuesta asegura que plantará cara hasta el final

Frank Cuesta lo tiene claro: están intentando acabar con él, pero el Santuario sigue en pie. Tras pasar por la cárcel y quedar en libertad bajo fianza, el herpetólogo ha reaparecido con un mensaje tajante. No ha tardado en hablar desde su canal de YouTube para contar su versión de los hechos y dejar claro que, aunque le quieran hundir y sea “oficialmente un delincuente”, no piensa rendirse. 

La detención se produjo el jueves 27 de febrero, cuando casi cuarenta personas irrumpieron en el Santuario. “Ha habido una movida aquí bastante gorda”, relató Cuesta, explicando que entre los que entraron había agentes de diferentes cuerpos policiales. 

Se llevaron varios animales, aunque lo que más le indigna es el criterio con el que lo hicieron: “Si unos son ilegales, ¿por qué dejan otros iguales aquí?”. La situación, lejos de parecer un simple procedimiento administrativo, apunta a algo más enrevesado.

Tiene pruebas y sospechas

El herpetólogo insinúa que hay responsables detrás del caso

La trascendencia del caso ha hecho que la información fluya y, según Cuesta, ya tiene claro quién ha movido los hilos. “Todos sabemos, yo creo, por qué ha pasado esto”, afirmó en su vídeo, añadiendo que cuentan con pruebas: “Tenemos IPS, mensajes, tenemos quién habla, de dónde vienen reportes, y no hay casualidades en esta vida”. Sin dar nombres ni detalles concretos, deja entrever que hay intereses detrás de lo ocurrido.

El golpe no solo ha sido legal, sino también personal. “Por dentro estoy muy jodido, porque es la primera vez que me pasa, me da mucho miedo por la familia, por los animales, por Paloma”, confesó. A pesar del apoyo de su entorno cercano, reconoce que la situación le está pasando factura. 

Su trayectoria siempre ha estado ligada a la protección de los animales, y lo que más le duele es que, tras años luchando contra el tráfico de animales y el maltrato, ahora quede como un traficante: "Al final del día va a quedar una gran mancha en mi currículum personal en Tailandia y fuera de ella”.

Con más procesos abiertos debido a su lucha con su exmujer Yuyee y la incertidumbre sobre el futuro, el expresentador de televisión asume que la batalla no ha terminado. “Me pueden meter en la cárcel como me han metido, me van a meter a lo mejor más, hay más procesos abiertos, acaban de llegar más procesos, y no pasa todo de repente”, explicó, dejando en el aire lo que está por venir. Lo único seguro es que seguirá luchando: “Buena suerte para ellos, yo voy a seguir peleando”.

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