José María García nunca imaginó que aquel pequeño bulto que notó en su pecho derecho mientras se duchaba sería el inicio de una batalla inesperada. “Me noté el pezón retraído y un pequeño bultito detrás. Fui al dermatólogo pensando que era una tontería, algo de grasa… pero la dermatóloga puso todas las alarmas”, recuerda en el programa Y ahora Sonsoles. Lo que vino después fue una ecografía, una biopsia y el diagnóstico: cáncer de mama.
Invisibles en los protocolos y en la conciencia social
José María se sometió a una mastectomía
Aunque se suele asociar exclusivamente a mujeres, el cáncer de mama también afecta a hombres. En España se diagnostican unos 300 casos al año, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Una cifra baja si se compara con los más de 35.000 diagnósticos anuales en mujeres, pero que no por ello deja de ser relevante. “Cada vez hay más casos, pero muchos no dan la cara. Incluso en oncología me decían que tenían más pacientes hombres”, señala José María.
Sin embargo, esa realidad apenas tiene reflejo en los protocolos médicos o en la información disponible para la población masculina. “La información sobre el cáncer de mama en hombres es absolutamente inexistente. Nunca nadie me había hablado de esto ni sabía a quién tenía que acudir”, denuncia. Prueba de ello es el detalle que más le marcó tras la operación: “Mi informe de alta de cirugía era de ginecología. Porque no hay un protocolo pensado para hombres”.

José María García, durante su intervención en 'Y ahora Sonsoles', donde relató su experiencia con el cáncer de mama masculino
El tratamiento fue idéntico al que reciben las mujeres: una mastectomía, vaciado de ganglios axilares tras comprobar que el tumor se había extendido al primero de ellos, sesiones de quimioterapia, radioterapia y ahora una medicación hormonal durante cinco años. “Me operaron exactamente igual que a una mujer”, afirma.
José María también habla del estigma social que aún persiste. “A algún amigo le tuve que mandar una foto desde el hospital con el vendaje para que se lo creyera”, comenta. “El hombre tiene estigmas para reconocer una enfermedad que se asocia a las mujeres. Hay mucho silencio. Y eso hace todo aún más difícil”.
Por eso, ha decidido alzar la voz. Forma parte de la Asociación INVI, la única entidad en España dedicada al cáncer de mama masculino. Con ellos da charlas y talleres en empresas para concienciar sobre la necesidad de prevención. “Vamos a explicar que esto puede pasarle a cualquier hombre. Es fundamental detectar el cáncer cuanto antes, pero para eso hace falta información”, subraya. Una de sus principales reivindicaciones es que los profesionales sanitarios estén preparados para reconocer y acompañar estos casos desde el primer momento.
José María no solo ha superado la enfermedad. También ha roto un silencio incómodo y ha puesto nombre a una realidad que muchos aún ignoran o prefieren no ver.