First Dates es actualmente uno de los programas más exitosos y longevos de la pequeña pantalla. El espacio presentado por Carlos Sobera lleva más de nueve años apostando por el amor en cita a ciegas que siempre dejan momentos para el recuerdo. En la noche del miércoles, las puertas del emblemático restaurante se abrían para recibir a David (24), un empresario afincado en Madrid que se definía como una persona extrovertida. ''Pero solo cuando me siento cómodo, me abro y soy muy echado para adelante'', reconocía.
También se consideraba un chico muy presumido al que le encantaba cuidarse y vestirse bien. Tras terminar sus estudios en Londres, el soltero estaba dispuesto a abrir su corazón para comenzar una relación. ''Suelo fijarme en mujeres de pelo negro, con ojos bonitos, raciocinio, cabeza y metas'', recalcaba.
Íngrid en 'First Dates'
Y la elegida para cenar con él era Íngrid (21), una estudiante de comunicación digital de Soria que se definía como una chica ambiciosa. ''Tengo mis sueños y mis metas'', confesaba. Y esa decisión con la que se enfrentaba a la vida quedaba claramente visible a su llegada al restaurante: físicamente, David no había sido de su agrado. Una percepción que nada tenía que ver con la del soltero: ''Me ha parecido una chica mona, normal''.
Lee tambiénLa inapropiada confesión de una soltera que ha sentenciado su cita en 'First Dates: ''Una señora bien puesta no hace un comentario tan obsceno''
Tras intercambiar sus primeras palabras, la presentadora acompañaba a la pareja hasta su mesa, donde comenzaban la velada hablando de sus profesiones y sus estudios. Un tema de conversación con el que descubrían varios puntos en común: ambos eran ambiciosos, aventureros y tenían inquietud por descubrir cosas nuevas. ''Me gusta que sea una persona que se busque la vida, está estudiando y trabajando'', confesaba el soltero.
Íngrid y David en 'First Dates'
Por su parte, Íngrid se quedaba impresionada con todas las experiencias internacionales que había tenido el soltero. ''Esa parte más aventurera de él me ha gustado. Me ha impresionado que se fuera cuatro años a estudiar a Londres'', reconocía ella.
La cita daba un giro radical cuando David comenzaba a ser consciente de que estaba en un programa de televisión y todas las cámaras le estaban grabando. De hecho, seguir la conversación estaba siendo misión imposible para el soltero. ''Estaba muy nervioso con las cámaras. Estaba más centrado en no hacer el ridículo delante de las cámaras que en la cita'', declaraba.
Íngrid y David en 'First Dates'
Su bloqueo mental no pasaba desapercibido para la soltera, que aunque se sentía igual de nerviosa que David, se mostraba mucho más serena. Por ello, intentaba tranquilizar al soltero con sus palabras y sus temas de conversación. ''No he podido ser yo al 100% porque estaba pendiente de las cámaras. No estaba cómodo'', insistía él.
A pesar de este pequeño inconveniente, los dos estaban decididos a seguir conociéndose porque se habían dando cuenta que entre ellos había una química muy especial. ''Tendría una segunda cita con ella fuera de cámaras y más tranquilo'', declaraba el soltero.