Con la llegada del verano, los principales programas de la televisión y de la radio se transforman. Como es habitual, los presentadores habituales dicen adiós a sus puestos de trabajo para disfrutar de sus vacaciones, dejando en manos de otros profesionales la difícil tarea de informar y entretener a la audiencia en una época en la que la programación se toma un respiro y cualquier cosa puede suceder.
Este es el caso del programa radiofónico de la Cadena SER Hoy por hoy, que habitualmente está conducido por Ángels Barceló, pero que desde el pasado 14 de julio está en manos del periodista José Luis Sastre. Este viernes, 25 de julio, el presentador se llevaba las manos a la cabeza al escuchar el insólito testimonio de una oyente.
''Yo he trabajado 49 años en unos grandes almacenes. Pasé por distintos departamentos, uno de ellos fue la postventa, los que vamos detrás de la venta. Pues le mandamos un sofá a una señora, pero las hijas querían darle una sorpresa y se la llevaron a la playa en el verano, durante julio y agosto, para que cuando ella viniese se encontrara con el sofá cambiado'', comenzaba explicando Carmina.
Pero la entrega de ese sofá estuvo marcada por la tragedia. ''La señora por lo visto no paraba de llorar y de llorar, diciendo 'yo quiero mi sofá, yo quiero mi sofá, yo quiero mi sofá''', relataba. Tras ver la reacción de su madre, las hijas quisieron recuperar el antiguo sofá en septiembre. ''Nos llamaron diciendo que dónde estaba el sofá, que querían recuperar el viejo. Pero lo que hacíamos nosotros era llevar el sofá nuevo y sin cargo recogíamos el viejo y lo llevamos a un vertedero'', contaba.

Elderly couple stress after conflict, sad news or fight in living room of their home. Senior man with woman in retirement on sofa with expression of disappointment, angry or depressed in house
La empresa informó a la familia de que era prácticamente imposible recuperar el sofá. Aún así, decidieron mandar a varios repartidores al vertedero para intentar traerlo de vuelta. ''El sofá estaba ya destrozado'', añadía. Pero, ¿a qué se debía tanta insistencia por recuperar el antiguo sofá? Pues tal y como explicaba Carmina, la señora ''guardaba su pensión en el sofá''. ''Toda la pensión la guardaba ahí, no la metía al banco ni nada y ni las hijas eran sabedoras de lo que de lo que le estoy contando. La mujer no paraba de decir 'yo quiero mi sofá, yo quiero mi sofá''', aseguraba.
''Ellas le quieren dar la sorpresa y cuando vuelven la madre empieza a pedir el sofá viejo porque ahí estaban todos sus ahorros'', comentaba el presentador visiblemente impactado. La mala noticia es que el sofá no se pudo recuperar y la señora se quedó sin los ahorros de toda su vida. ''No se pudo recuperar y la señora estaba al borde del infarto'', desvelaba.