El adiós de Andy y Lucas ha sido de los momentos más mediáticos y debatidos de 2025 en la industria musical española. El pasado 10 de octubre, el Palacio Vistalegre de Madrid se convertía en el último escenario de la dupla andaluza, con un concierto con todas las entradas vendidas. Sin embargo, el final no fue el más ideal: mientras Lucas salía a hombros del pabellón con el público entregado, Andy “se fue nada más terminar el recital, sin esperar para hablar con la prensa ni nada”.
Los gaditanos habrían mantenido una relación tensa en los últimos meses de sus 25 años de carrera, debido a la decisión de Andrés Morales de proseguir como cantante en solitario. Este movimiento, detonante de las más recientes entrevistas y declaraciones, también contaría con otro motivador: el económico. Y tras las palabras de Andy en El Hormiguero, Lucas ha decidido responder con contundencia y acciones legales, según Carlos García en Y ahora Sonsoles.
Andy y Lucas durante su último concierto en el Palacio Vistalegre de Madrid, el pasado 10 de octubre
“Lucas está muy dolido y le considera mala persona, cree que está diciendo esto por su carrera en solitario. Le va a pedir 150.000 euros por daños y perjuicios que se han hecho a su imagen, no solo en la televisión sino también por lo que ha ido deslizando tras las cámaras y que ha ido trascendiendo. Es como si donas un riñón a alguien y te pone a partir”, comentaba el periodista en directo. A sus palabras se les han sumado un movimiento adicional por parte del músico.
La colaboradora Lorena Vázquez desvelaba el cambio de estado de WhatsApp de Lucas, que desde hace unas horas expresa la siguiente afirmación: “La lealtad es más importante que la amistad. A una persona solo se la conoce de verdad cuando ya no te necesita”. Estas decisiones se dan 24 horas después de la entrevista de Andrés Morales en el programa de Pablo Motos, donde pudo confesar como se desarrollaron sus últimos pasos como pareja artística.
Andrés Morales durante su debut en solitario en 'El Hormiguero'
Deterioro gradual
“He aprendido muchas cosas en estos años, el momento más difícil de nuestra carrera lo he vivido en estos últimos meses, cuando tenemos el encontronazo en mayo, pero físicamente no nos tocamos. Me pidió disculpas, pero lo que viví allí no fue de amigos. Lo he entendido porque su padre falleció, a su madre le dio un ictus, perdió a su hermano en febrero y sé que lo está pasando mal. He intentado entenderlo, pero llega un momento en el que lo veo dislocado”, reconocía.
“Él llevaba desde enero muy nervioso. El mes de abril lo dejamos para que se opere de la nariz, pero no lo vio de todo bien y le dijo que esperara hasta después de la gira. Tocamos en un pueblo de Mérida y lo veo muy nervioso y agobiado. Estamos en el escenario y digo tonterías, y en una de estas que me miro con su sobrino, me viene supermosqueado y me dice que me calle la boca, que tenemos que ser unos profesionales y me agobié. Cuando bajamos del escenario ya me enfrenté a él, gritando los dos, nos tuvieron que separar, físicamente no nos tocamos, pero casi. Nos dijimos de todo. Hubo objetos voladores”, destapaba.


