La de Andy y Lucas ha sido una de las despedidas musicales más comentadas y divulgadas en lo que va de siglo en España. El pasado 10 de octubre, el Palacio Vistalegre de Madrid despedía la dupla andaluza tras un cuarto de siglo, con un concierto por todo lo alto. Sin embargo, el final no fue el más ideal para nadie: mientras Lucas salía a hombros del pabellón con el público entregado, Andy “se fue nada más terminar el recital, sin esperar para hablar con la prensa ni nada”.
Los gaditanos habrían mantenido una relación tensa en los últimos meses de su carrera, debido a la decisión de Andrés Morales de seguir con su carrera en solitario. Este movimiento, detonante de las más recientes entrevistas y declaraciones, ha sido también la razón de su visita a El Hormiguero, el programa nocturno de Antena 3 presentado por Pablo Motos. En contraposición a la visita de Rosalía a La Revuelta, el andaluz ha presentado Marioneta en el plató de la calle Alcalá.
Además de comentar todos los detalles de su nueva canción, Andy ha expuesto cómo se siente al escuchar su nombre sin el de Lucas: “Todavía raro, muy raro. Muchos años con la otra parte, pero qué mejor sitio que empezar aquí, era un sueño que tenía y lo estoy cumpliendo. Sigo manteniendo contacto con su familia, porque casi son como mi familia y sé que no lo están pasando del todo bien, no es plato de buen gusto venir tampoco a hablar mal del que era mi compañero”.
“Hemos tenido momentos muy tensos, muy malos, y momentos muy buenos. A Lucas le tengo que agradecer muchas cosas, en muchos momentos ha estado a mi lado, pero también otros momentos no los he entendido. Al principio él me admiraba, y me enseñaba sus temas, lo montábamos los dos, pero Lucas era futbolista, yo me dedicaba a los carnavales, pasé por Veo veo, y él confiaba mucho en mi manera de montar los temas”, comentaba, indagando en su vínculo.
Meses a fuego lento
“He aprendido muchas cosas en estos años, el momento más difícil de nuestra carrera lo he vivido en estos últimos meses, cuando tenemos el encontronazo en mayo, pero físicamente no nos tocamos. Me pidió disculpas, pero lo que viví allí no fue de amigos. Lo he entendido porque su padre falleció, a su madre le dio un ictus, perdió a su hermano en febrero y sé que lo está pasando mal. He intentado entenderlo, pero llega un momento en el que lo veo dislocado”, reconocía.
“Él llevaba desde enero muy nervioso. El mes de abril lo dejamos para que se opere de la nariz, pero no lo vio de todo bien y le dijo que esperara hasta después de la gira. Tocamos en un pueblo de Mérida y lo veo muy nervioso y agobiado. Estamos en el escenario y digo tonterías, y en una de estas que me miro con su sobrino, me viene supermosqueado y me dice que me calle la boca, que tenemos que ser unos profesionales y me agobié. Cuando bajamos del escenario ya me enfrenté a él, gritando los dos, nos tuvieron que separar, físicamente no nos tocamos, pero casi. Nos dijimos de todo. Hubo objetos voladores”, destapaba.


