Eurovisión y Austria se movilizan para blindar la participación de Israel
70.º aniversario del festival de canciones
La Unión Europea de Radiodifusión (UER) facilita el regreso al festival de Rumanía, Bulgaria y Moldavia, y el director de la TV austriaca ha viajado a Jerusalén a expresar respaldo
Pese al boicot de España y otras cuatro naciones a la presencia israelí, 31 países han confirmado que concursarán en Viena, y Canadá aspira a participar
Logotipo del Festival de Eurovisión del 2026, con la bandera de Austria en un corazón, por ser Viena la ciudad anftriona
El Festival de Eurovisión del 2026, que se celebrará en Viena, festejará su 70.º aniversario, y los organizadores quieren asegurarse la máxima participación pese a las tensiones en torno a Israel, cuya presencia está aún pendiente del aval de las televisiones públicas en la asamblea de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) de inicios de diciembre.
Mientras, se suceden los movimientos de la UER –que en este asunto siempre se ha inclinado a favor del país hebreo– y de la anfitriona Austria para blindar la permanencia israelí en Viena, y para que no se sumen más países al boicot de España y otras cuatro naciones (Eslovenia, Irlanda, Países Bajos e Islandia), que anunciaron su ausencia si Israel finalmente compite.
El veto de estos cinco países por la ofensiva militar israelí en Gaza, que ha provocado la muerte de hasta 69.000 palestinos, no ha sido secundado de momento por nadie más; y el alto el fuego acordado en octubre por Israel y la milicia islamista Hamas, aunque frágil, ha permitido a la UER aplazar a diciembre la decisión sobre Israel que inicialmente iba a ser tomada por votación en este noviembre.
El organismo que agrupa a las radiotelevisiones públicas europeas y asociadas, con sede en Ginebra, dijo entonces que el asunto había sido “incluido en el orden del día de la asamblea general ordinaria de invierno”, sin especificar si habría votación sobre Israel. En el ámbito del festival, se da por sentado que ya no habrá tal votación.
A día de hoy, 31 países han confirmado su participación. Tres de ellos son países que por motivos financieros u organizativos llevaban un tiempo ausentes y a los que la UER ha dado facilidades para que regresen: Rumanía (dos años sin participar), Bulgaria (tres) y Moldavia (uno).
Instalaciones de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del Festival de Eurovisión, en Ginebra
“Durante los dos años de ausencia, hemos tenido tiempo de comprender mejor lo que no funcionaba en la relación entre TVR, la industria musical y los creadores”, dijo Dan-Cristian Turturica, presidente de la cadena pública rumana TVR, en un comunicado en octubre. La nota añadía: “Agradecemos la comprensión mostrada por la Unión Europea de Radiodifusión, que adaptó su invitación a la Televisión Rumana para volver al concurso teniendo en cuenta los retos que afronta nuestra institución”.
La lista de participantes podría crecer con el debut de otro país alejado, según el modelo de Australia, que concursa desde el 2015 por invitación expresa de la UER. Canadá, país deseoso de estrechar lazos con Europa debido a la hostilidad que le muestra Donald Trump y cuya radiotelevisión pública es miembro asociado de la UER, tiene interés en Eurovisión. El presupuesto federal, recién publicado, prevé 150 millones de dólares canadienses [92,2 millones de euros] en el periodo 2025-2026 para modernizar las emisoras públicas y “para explorar la participación en Eurovisión”. Canadá deberá, en todo caso, recibir invitación de la UER.
Por otra parte, Roland Weissmann, director general de la radiotelevisión austriaca ORF, viajó el pasado fin de semana a Jerusalén, donde se entrevistó con el presidente israelí, Isaac Herzog, y con representantes de la radiotelevisión pública KAN. “El Festival de la Canción de Eurovisión celebrará su 70.º aniversario el próximo año, e Israel es parte integral del mismo”, afirmó Weissmann, según recogen medios austriacos e israelíes.
La ORF ha informado de que Weissmann admite que trabaja “con diplomacia y tacto” para convencer a los miembros de la UER de que Israel debe participar. Weissmann ha dicho también que el riesgo financiero de la retirada de algunos países del concurso –incluso de un miembro de los Big Five , los mayores contribuyentes a la UER, como es España– “es muy manejable; si uno o dos países no participaran, sería perfectamente viable”. Y el canciller de Austria, el democristiano Christian Stocker, sostiene que “excluir a Israel sería un error fatal”, dada la historia de complicidad austriaca con el Holocausto.