Un nuevo naufragio de migrantes golpea a Canarias y nos devuelve a la crueldad del drama de la migración. Un total de 50 personas fallecieron la noche del miércoles tras volcar en aguas próximas a Marruecos el cayuco en el que iban hacia las islas. La embarcación había salido el 2 de enero de algún punto de Mauritania y llevaba 13 días de dura travesía, según la oenegé Caminando Fronteras.
De nuevo el retraso en el auxilio por parte de Marruecos ha derivado en la muerte de personas migrantes en el mar. Como señala la fundadora de Caminando Fronteras, Helena Maleno, en la zona marítima que comparten España y Marruecos se ha instalado una política de omisión del deber de socorro e inacción y arbitrariedad en los rescates. En el 2024, 10.457 personas fallecieron cuando intentaban llegar a España por mar. Casi 9.800 murieron en la ruta canaria, la más mortífera del mundo: 6.829 en la ruta mauritana, 2.127 en la de Senegal-Gambia y 801 en la de Agadir.
La embarcación, según Caminando Fronteras, salió con 86 ocupantes, 66 de ellos de origen pakistaní, y cuando llevaba poco más de una semana de navegación dio la voz de alarma a la oenegé debido a la delicada situación en la que se encontraban. En ese momento y siguiendo los protocolos, Caminando Fronteras advirtió a los gobiernos que comparten esas aguas de rescate, España y Marruecos, de la necesidad de ir en su auxilio. Sin embargo, no fue hasta el miércoles que las patrulleras marroquíes se dirigieron al lugar con el trágico desenlace. 36 personas, entre ellas 22 pakistaníes y un adolescente, fueron rescatadas con vida mientras que otros 50 ocupantes desaparecieron en el mar. 44 de ellos eran pakistaníes. “Pasaron trece días de angustiosa travesía sin que llegara el rescate”, lamentaba ayer Maleno.
Una oenegé denuncia que en la zona que comparten Marruecos y España reina la política de omisión de socorro
De los ocupantes de la embarcación, 66 eran pakistaníes, lo que confirma que la ruta canaria se ha convertido en la principal vía de llegada de las personas que tratan de arribar a Europa desde diversos puntos del continente africano y asiático. Mientras que en el resto de Europa ha descendido un 38% la llegada de migrantes irregulares por el mar, en Canarias las llegadas aumentaron un 18% en el 2024, con casi 46.900 personas, pulverizando todos los récord anteriores, según datos del Frontex.
La llegada de ciudadanos desde Pakistán a las islas ha crecido de forma sustancial en el 2024, con más de 220 llegadas. También se ha registrado migración de Afganistán, Siria y Bangladesh, aunque en menor cuantía al calor de una ruta, la canaria, que se ha convertido en la preferida por las mafias después de que se hayan reforzado los controles en las vías del Mediterráneo y los Balcanes.
La llegada de migrantes de estas nacionalidades ha llevado al Ministerio del Interior a abrir una investigación para determinar las causas de esta nueva ruta. Ya en junio del pasado año se destapó, gracias a la confesión de un ciudadano de Bangladesh que llegó a Canarias en un cayuco, la existencia de una mafia que operaba desde Mauritania, donde tenían negocios en los que empleaban a ciudadanos que traían desde Pakistán e India, entre otros países. Las víctimas de esta red de tráfico partían de Bangladesh pasando por India y Emiratos Árabes en avión hasta Mauritania. Allí estaban alojados y trabajando en distintos negocios hasta que conseguían pasar a Canarias a bordo de un cayuco. Todo por 13.000 euros.
Este último naufragio derivó en una lluvia de reacciones de representantes políticos exigiendo respuestas. Entre ellos, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, que llamó a España y Europa “a actuar y no ser solo testigos” de este drama. “El Atlántico no puede seguir siendo el cementerio de África. No pueden seguir de espaldas a este drama humanitario”, indicó Clavijo, que en numerosas ocasiones se ha quejado de la “soledad” en la que Canarias se enfrenta al fenómeno migratorio. El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, también expresó su pesar por estas muertes en X.