La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) dejará de publicar en la red social X (antes Twitter) por ser un espacio “que promueve actitudes contrarias a los valores democráticos”, además de seguir una gestión carente de ética, anuncia en un comunicado la asociación. CRUE está formada por 77 universidades, 50 públicas y 27 privadas.
La salida de la Conferencia de la red de Elon Musk se produce a nivel institucional y no arrastra a las universidades que esos mismos rectores representan. Al menos siete campus han anunciado su salida de X. Son las universidades de Barcelona, Girona, Islas Baleares, Santiago de Compostela, Ramón Llull, Jaime I y la de Las Palmas de Gran Canaria.
La Universitat de Barcelona (UB) fue la primera en dejar la red el pasado noviembre. Entonces, justificó su decisión por la incompatibilidad con “los mensajes de odio y la desinformación” e informó que buscaría otros espacios que “no alimenten discursos antidemocráticos, discriminen minorías o radicalicen la opinión pública”.
Entidades públicas y privadas en el mundo están sumándose al éxodo de la red del polémico magnate que ha adquirido notoriedad tras la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses. En España, La Vanguardia dejó de publicar sus cuentas en la red el pasado noviembre, el mismo día en que se conocía que el propietario de X, Elon Musk, que participó activamente en la campaña presidencial a favor de Donald Trump, se integraría en un cargo de alta responsabilidad en la nueva Administración Trump.. Otras instituciones culturales, como el Instituto Ramon Llull han buscado otros espacios sociales.
Desde el inicio, Elon Musk se comprometió a defender la “libertad de expresión” eliminando de las políticas de moderación que antes protegían a los usuarios de la desinformación y los discurso de odio. Esta estrategia culminó en la restauración de cuentas suspendidas por infringir normas, como la del ex presidente Trump y la del teórico de la conspiración Alex Jones. Desde entonces, es han extendido los comentarios homófobos y racistas.
Un estudio de la Universidad de Stanford detectó imágenes de abuso infantil circulando en X, lo que abrió nuevas investigaciones por parte de la Comisión Europea. Bruselas estudia si X cumple las reglas del juego comunitarias. La Comisión Europea ha anunciado este viernes que ha ampliado la investigación que tiene en marcha desde diciembre del 2023 contra la empresa, esta vez por haber detectado posibles infracciones relacionadas con el sistema de recomendación de la plataforma.
Alternativas como Threads ( de Mark Zuckerberg) y Bluesky (del fundador de Twitter, Jack Dorsey), han absorbido gran parte de los usuarios descontentos.
Según la CRUE, que ampliará su presencia en canales sociales alternativos, la plataforma “ha adoptado un comportamiento que se aleja de los valores democráticos, con un escaso control sobre la veracidad y calidad de la información, además de una gestión carente de ética”. En este contexto, la asociación considera que “no refleja los principios y valores de las universidades a las que representa y que están comprometidas con la educación, la libertad, el respeto y la responsabilidad social”. Y cree que los campus deben ser referentes en la promoción de valores democráticos, éticos y responsables.
“Esta decisión reafirma su compromiso con los derechos y libertades, la responsabilidad social, el respeto y el fortalecimiento del diálogo constructivo como herramientas fundamentales para avanzar hacia una sociedad más justa y ética”, concluye.