Nueva batalla por la privacidad. Desde hace años, Apple está en el foco de los cuerpos policiales de todo el mundo. Uno de sus principales valores de marca es la seguridad y eso la pone en el punto de mira de quienes quieren acceder a todo el material que acumulan nuestros móviles. El último intento es del gobierno del Reino Unido, que ha echado mano de una ley del 2016 para reclamar que le otorgue acceso a todo lo que se guarda en las cuentas de usuario de iCloud que están encriptadas. No sólo de los ciudadanos británicos, sino los de todo el mundo.
La funcionalidad de los iPhone que encripta los datos de iCloud no está activada por defecto. Se llama protección de datos avanzada e implica que, en el caso de que el usuario olvide la contraseña, ni siquiera Apple dispondrá de las claves necesarias para ayudarle a recuperar esos datos. Por eso, antes de encriptarlos, el usuario debe dejar configurado algún método para poder recuperarlos.
El diario The Washington Post explicó ayer que el Gobierno británico emitió el mes pasado una orden secreta basada en la llamada Ley de Poderes de Investigación del Reino Unido del 2016, popularmente conocida como la Ley de los Fisgones . Todo apunta a que han exigido a Apple un acceso general a los archivos cifrados de cualquier usuario del mundo.
Aunque Apple dejara de prestar la funcionalidad de protección de datos avanzada en el Reino Unido, eso no satisfaría la petición británica, que quiere acceder a los datos de todos.
La ley establece que en este caso Apple podría recurrir la petición basándose en elementos como el coste que tendría y la desproporcionalidad de lo que se le pide, pero el recurso no puede retrasar la aplicación de la orden gubernamental.
El diario indica que Apple habría recibido un documento denominado notificación de capacidad técnica. Revelar que se ha hecho esta demanda puede ser considerado delito. Además, en el caso de que cediera a las demandas del gobierno, tampoco podría avisar a los usuarios.
La compañía alegó el año pasado que “no hay ninguna razón” por la que Reino Unido decida por los ciudadanos de todo el mundo
Apple se ha opuesto siempre a cualquier intento de este tipo y, en marzo pasado, cuando se debatía una enmienda a la ley, la compañía argumentó que “no hay ninguna razón por la que el Gobierno británico deba tener autoridad para decidir por los ciudadanos de todo el mundo si pueden beneficiarse de las ventajas de seguridad demostradas que se derivan del cifrado de extremo a extremo”.
Es difícil que Apple cumpla esa orden. Uno de los casos más emblemáticos ocurrió en diciembre del 2015, cuando el FBI pidió a la compañía que le proporcionara una puerta trasera para acceder al móvil de un terrorista muerto en la localidad de San Bernardino. (EE.UU.) Apple se opuso, alegando que eso destruiría el iPhone.