Hay quien tiene como vocación mejorar la vida de los demás, pero no siempre lo consigue. Descubrir nuestra pasión —lo que algunos expertos llaman nuestro elemento— lo cambia todo. Aunque ese hallazgo es solo el primer paso. Toca canalizar esa mezcla de empatía y conocimientos hacia lo verdaderamente importante: las personas. Las historias de Pere, Rebeca y Víctor demuestran el extraordinario valor de implicarse pensando en los otros y de cuán importante es encontrar aliados a lo largo del camino.
“Lo más difícil siempre es irte”, confiesa Pere Lacueva, presidente de Acción Senegal. Esta organización fue creada en 2009 con el fin de colaborar con las autoridades sanitarias y de educación en la región de Kedougou (Senegal), aportando recursos materiales y económicos a esta zona absolutamente deprimida y olvidada por su ubicación. “Cuando empecé en Acción Senegal tratábamos con tres o cuatro poblaciones, ahora estamos actuando en ocho o nueve. El impacto es cada vez mayor”, explica.

Pere Lacueva, presidente de Acción Senegal
Acción Senegal actúa en tres ámbitos: sanidad, educación y voluntariado. “En Senegal la sanidad es de pago y la gente no va al hospital a curarse. Si llevamos especialistas allí o les damos medicamentos, esto repercute directamente en las personas. También hay una tasa de abandono escolar muy grande, sobre todo, en las chicas adolescentes, porque se casan muy jóvenes. Si motivamos a las familias para que las mantengan en la escuela, conseguimos que tengan una formación superior”, cuenta Pere.
Seguimos en el mismo lugar hasta que todo está bien, los escuchamos y nunca les olvidamos"
La aceptación del trabajo que realiza la organización es cada vez mayor dentro de la comunidad. “Seguimos en el mismo lugar hasta que todo está bien, los escuchamos y nunca les olvidamos”, asegura Pere. Acción Senegal vuelve tantas veces como sea necesario y tenga recursos disponibles para llevar a cabo sus iniciativas. “Cuando vas a un poblado en el que no has estado nunca y a otro en el que hemos estado nosotros se nota la diferencia. El centro de salud y las escuelas están mejor equipadas. Todo funciona un poco mejor”, admite.

Acción Senegal vuelve tantas veces como sea necesario y tenga recursos disponibles para llevar a cabo sus iniciativas
Para él, resulta imprescindible actuar sobre el terreno. De ahí que colaboraciones como la que la ONG mantiene con Vueling desde 2022 y que este mismo año ha renovado sean de gran ayuda. Una expedición voló el pasado abril y mayo con la aerolínea hasta Dakar. El equipo, formado por nueve voluntarios, partía con el objetivo de poner en marcha tres bibliotecas en Tomboronkoto, Fongolimbi y Kedougou. Y en uno de estos últimos viajes, la ONG acudió a Senegal con dos odontólogos como voluntarios, quienes en tres días y medio trataron hasta 230 pacientes.
La respuesta inmediata al otro lado
Mejorar el día a día de las personas también puede llevarse hasta el mayor de los objetivos: salvar vidas, incluso a contrarreloj. Rebeca Bajo, enfermera coordinadora de trasplantes de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), organiza procesos de donaciones y trasplantes que implican a centenares de profesionales, además de operativos cuya logística puede ser terrestre o aérea.

Rebeca Bajo es enfermera coordinadora de trasplantes de la Organización Nacional de Trasplantes
“La respuesta que obtenemos es tan inmediata y es tanta la colaboración de todos que nunca hemos tenido que lamentar la pérdida de un órgano”, asegura Rebeca. Ni siquiera cuando han surgido imprevistos. “Todo sale bien siempre gracias a la gran profesionalidad de los transportistas y de los profesionales de los aviones, como los comandantes, el resto de la tripulación y el personal de tierra”, cuenta la enfermera.
“En 2013, durante una guardia, necesitamos un órgano para un trasplante y no teníamos alternativa hasta que vimos que había un vuelo de Vueling. Llamamos y establecimos un operativo un poco excepcional en ese momento. Todo salió a la perfección”, rememora Rebeca. Desde entonces, la colaboración entre la ONT y Vueling -la aerolínea que más órganos transporta en España- dura más de diez años, alcanzando la cifra de más de mil órganos trasladados.
El éxito del modelo español de trasplantes es el éxito de todos”
Las neveras que contienen los órganos se suelen entregar a la tripulación antes del embarque o con el pasaje ya en el interior del avión. La nevera siempre se entrega a la tripulación y los pasajeros no son conscientes a menos que el comandante lo anuncie, muchas veces para explicar por qué el avión debe esperar o para informar sobre la entrada de un sanitario, entre otros, y la respuesta sea más que positiva. “Todos los pasajeros que van en ese vuelo se sienten orgullosos al formar parte de algo importante, ya que en su avión también viaja una nevera que va a salvar la vida de una persona”, cuenta.
En parte, la sensación de ese pasaje también explica que España sea líder mundial en donación de órganos. “El éxito del modelo español es el éxito de todos nosotros. La ONT es la cabeza visible de todos los profesionales que formamos en parte de esto, que somos los que al final conseguimos ese objetivo común”, afirma Rebeca, aunque, para ella, el éxito tampoco podría explicarse sin el papel de la sanidad pública, la legislación, la transparencia, el papel de los medios de comunicación y, sobre todo, la gran generosidad y bondad de nuestra sociedad.

Víctor Rodríguez es director clínico de Lovaas Foundation
Objetivo: concienciar a la sociedad
Los protocolos pueden ayudarnos a sacar adelante situaciones más complejas. Y esa necesidad de contar con una guía para determinados momentos también es clave para las familias de menores con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA). “Cuando tienes un niño con TEA habitualmente los contextos cotidianos nos generan dificultades para manejar su comportamiento y el avión representa un punto de muy alto impacto que hace que las familias no viajen”, cuenta Víctor Rodríguez, director clínico de Lovaas Foundation, organización sin ánimo de lucro que ofrece tratamientos intensivos y conductuales a familias y niños con TEA.
“En muchas ocasiones no pueden disfrutar de ir a un restaurante, no pueden disfrutar de hacer un regalo a su hijo y que le haga ilusión, y no pueden disfrutar del hecho de viajar. Y no pueden disfrutarlo porque hay factores que son de alto estrés”, detalla Víctor. El viaje en sí, regirse por un horario nuevo, acudir al aeropuerto, las medidas de seguridad, permanecer en un sitio cerrado durante mucho tiempo, no poder moverse en el vuelo y los imprevistos que puedan surgir son algunos de ellos.

Vueling facilita que los terapeutas de Lovaas Foundation puedan desplazarse a más de diez destinos europeos para acompañar a las familias de menores con TEA
Es por ello por lo que Vueling y Lovaas Foundation crearon un manual que ofrece consejos útiles para las familias que viajan en avión junto a niños con TEA: la planificación anticipada de los viajes, el refuerzo de una experiencia positiva y la comunicación con el personal de la aerolínea son algunos de ellos. “Esta guía da paz. Cuando la mamá de un niño con autismo te explica, feliz, que su hijo se lo ha pasado bien en el vuelo y que no ha pasado nada, me siento empoderado. Vale mucho la pena el esfuerzo y la implicación”, admite Víctor, satisfecho.
Para él, hay dos cosas beneficiosas que, en cambio, no juegan en favor del autismo: no presenta rasgos físicos ni conlleva un peligro vital. “Cuando el estigma es físico nos condiciona y nos sensibiliza, mientras que cuando hay un peligro vital, el nivel de apoyo que se recibe es mucho más grande”, comenta. Todo esto, según él, hace que seamos menos conscientes de lo que implica el trastorno del espectro autista. “Uno de cada treinta y tres niños estará dentro del espectro autista. Es importante generar conciencia de lo que tenemos, pero también de lo que va a venir”, desea.
Cuando la mamá de un niño con autismo te explica, feliz, que su hijo se lo ha pasado bien en el vuelo y que no ha pasado nada, me siento empoderado”
Pero la implicación de Vueling no se queda ahí, ya que, la aerolínea facilita que los terapeutas de Lovaas Foundation puedan desplazarse a más de diez destinos europeos para que las familias de menores con TEA puedan disponer de un tratamiento personalizado en su domicilio.
Tanto Pere, como Víctor y Rebeca disfrutan de la labor que desempeñan dando rienda suelta a lo que verdaderamente les apasiona, aunque ninguno de ellos se olvida de lo primordial. “Es muy enriquecedor sentir que lo que haces sirve para algo”, dice Pere, aunque insiste en que “lo más importante siempre es el proyecto siga adelante”. “Esperamos que lo que vaya a venir sea un futuro mejor”, augura Víctor. “Esto me hace creer en la sociedad”, concluye Rebeca.