Cargar una noche de invierno con una mochila con más de 6 kilos no es muy agradable. Tampoco ponerte a configurar a oscuras un aparato que no se parece a nada que hayas probado antes. Pero todo eso deja de importar cuando empiezas a ver en tu tableta una imagen increíble de la Nebulosa de Orión. El frío nocturno desaparece, cuando ves cómo poco a poco el polvo de estrellas empieza a verse con más y más nitidez. Lo que parecía una imagen en dos dimensiones incluso empieza a revelar su profundidad.
En la Rue de Vaugirard de París hay una maravillosa tienda dedicada a la fotografía del siglo XIX, Antiq Photo. En ella se pueden encontrar cosas tan sorprendentes como una fotografía estereoscópica de la Luna hecha en 1.858, antes de que Julio Verne escribiera su novela De la Tierra a la Luna. Una buena prueba de la fascinación que desde siempre sentimos por fotografiar los cielos nocturnos.

El telescopio inteligente Vaonis Vespera 2.
La fotografía astronómica parece algo reservado solo para expertos, pero son muchos los entusiastas que intentan hacer sus proezas fotográficas cuando se pone el Sol. Basta con pensar la fascinación que provocan las fotografías de las llamadas superlunas, que incluso ha disparado la competencia entre fabricantes de teléfonos para lograr captar las mejores fotos de nuestro satélite.
La causa de muchas frustraciones al fotografiar astros es que en realidad un cielo estrellado o un grupo de objetos celestes, no puede ser captado con una sola foto realizada por una cámara digital. Es cierto que podemos obtener una bonita foto de un cielo lleno de estrellas si sabemos hacer la foto y no hay demasiada contaminación lumínica.
Surgieron en 2017
Los telescopios inteligentes para aficionados a la astronomía tienen una corta historia
Pero la luz de los astros no es lo suficientemente potente para poder observar solo con nuestros ojos y un telescopio los detalles que guarda el cosmos. Las técnicas para obtener buenas astrofotografíass son complejas. Fotografiar la Luna es sencillo si contamos con un objetivo de largo alcance, pues nuestro satélite está cerca y refleja una enorme cantidad de luz solar. Pero las cosas se complican cuando queremos captar otros planetas, cúmulos estelares o galaxias.
Para lograrlo hay que emplear técnicas difíciles de aprender, como la del apilamiento de imágenes. Con ella es posible añadir información poco a poco haciendo sucesivas fotos para mejorar los detalles y sumar luz a la composición. El problema es que el telescopio debe seguir el ritmo del movimiento del cielo, hay que descargar las imágenenes, alinearlas correctamente y procesarlas.

Imagen de una nebulosa captada con el telescopio Vespera II en la aplicación Singularity de Vaonis
Una tarea que requiere de demasiado tiempo y de conocimientos técnicos importantes. Algo que para fines científicos es necesario, pero los que busquen sorprenderse con los secretos que guarda el cielo fácilmente pueden usar telescopios digitales. Estos son una especie de navaja suiza que incorpora el propio telescopio óptico con su conjunto de lentes, una cámara digital, una base de datos de objetos astronómicos, un sistema de giro automatizado para buscar objetos celestes en el firmamento y un procesador de imagen capaz de alinear y procesar las fotos.
Le quita cierto romanticismo a la observación ver las imágenes en la pantalla de un teléfono móvil o una tableta enlazada por wifi al telescopio mediante una app, pero es la mejor manera de que un aficionado sin demasiado tiempo logre hacer fotos de cosas tan exóticas como la Nebulosa de Orión.
Los telescopios digitales para aficionados a la astronomía tienen una corta historia, de hecho es hoy cuando están llegando los primeros modelos que resultan de veras interesantes. Este camino comenzó hace menos de 10 años con el telescopio eVscope de Unistellar, lanzado en una campaña de Kickstarter en 2017 .
Este dispositivo fue uno de los primeros en combinar seguimiento y un sistema automatizado para buscar cuerpos celestes, tecnología enhanced vision (una forma temprana de apilamiento de imágenes en tiempo real), control por aplicación móvil y una base de datos de objetos celestes. Si bien su resolución era modesta, el eVscope sentó las bases y popularizó el concepto de telescopio inteligente.

La Luna captada con el telescopio Vaonis Vespera 2
En nuestro caso hemos probado el Vespera II, un telescopio inteligente de la empresa francesa Vaonis, lanzado en 2023. Este dispositivo representa un avance significativo en esta nueva generación de telescopios, que dio un salto con la presentación en septiembre de 2023 del Vespera Pro. El Vespera 2 tiene un diseño bastante impresionante.
Se coloca sobre un trípode que viene incluido. Una sorpresa es que el telescopio no es compatible con la rosca de los trípodes para fotografía. Suponemos que por precación porque es muy pesado y necesita uno sólido y una superficie muy estable. Pero nos ha decepcionado un poco esto.
Apilan numerosas imágenes
Este tipo de telescopios permiten ver astros incluso con contaminación luminosa
Una vez que nos conectamos con la app Singularity a él, un proceso muy sencillo, podemos crear nuestro punto de observación con el telescopio. Normalmente tarda unos minutos en calibrarse y buscar el objeto estelar que le pidamos desde la app.
Es entonces cuando empieza el espectáculo. En la pantalla podemos comenzar a ver el objeto estelar deseado. Al principio decepciona la primera imagen pero poco a poco se van rebelando detalles y cuando pasan los minutos la imagen puede ser absolutamente sorprendente. Es como revelar fotos de un carrete en papel y ver cómo los detalles comienzan a llegar. Aunque muy lentamente.

La galaxia M31 captada con el telescopio Vaonis Vespera II mediante 25 fotografías apiladas.
Eso sí, estas observaciones no son cortas. Normalmente los objetos astronómicos más sencillos de captar tardan unos 30 minutos para verse correctamente.
Para mejorar las imágenes hemos usado un filtro incorporado para reducir el efecto de la contaminación luminosa. Hay otros dos disponibles, uno de ellos para captar fotos del Sol de día sin que el sensor de imagen se quede frito. Pero calibrar el telescopio para fotografiar nuestra estrella más cercana curiosamente no es sencillo. Lo que no deja de ser una tremenda paradoja.
Pero esas dificultades quedan compensadas por la capacidad para lograr fotos de calidad incluso en una ciudad, con una contaminación lumínica notable. Aunque recomendamos que incluso en una urbe busquemos zonas oscuras, a salvo de los reflejos de luces artificiales directas. Eso ayudará mucho.
Y por si alguien quiere lograr mejores fotografías procesándolas con software especializado en un ordenador, hay que decir que esto es posible porque podemos descargar todas las imágenes de la observación. Aunque no es sencillo. Pero esa es una meta que seguramente merece la pena alcanzar, una vez que pasamos la fase de sorpresa que produce un telescopio de este tipo.