El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y las exmonjas de Belorado se han visto las caras este miércoles en los Juzgados de Briviesca un año después de que las exclarisas anunciaran su salida de la Iglesia católica, en una vista en la que Iceta declara como investigado tras una denuncia por coacciones, administración desleal y revelación de secretos.
Iceta, que ha acudido en calidad de comisario pontificio de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, fue el primero en llegar, acompañado de sor Amparo, la religiosa que salió del convento un día después del cisma, y sor Carmen, secretaria de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu.
Vengo a mostrar la relación torticera de los hechos denunciados”
Ante una gran expectación mediática, y con fuerte dispositivo de la Guardia Civil, el arzobispo aseguró ante los medios que en su declaración ante la jueza expondría “con luz y taquígrafos” su defensa ante los delitos que se le imputan porque “no hay nada que esconder”.
“Vengo a mostrar la relación torticera” de los hechos denunciados, apuntó, para lo que llevaba consigo documentación que, en su opinión, desmonta las acusaciones de coacciones, administración desleal y revelación de secretos, e insistió en que como comisario pontificio es el representante legal de los conventos y su administrador.

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, antes de acceder a los juzgados
Indicó, además, que la Federación de Clarisas han aportado ya 360.000 euros para sostener los monasterios de Belorado, Derio y Orduña, que las exmonjas “ocupan de manera ilegal”, para pagar gastos corrientes como luz, gas, el alquiler de dos coches o los seguros, pero también multas e impuestos, y en su momento, los gastos derivados de los once trabajadores que tenían contratados.
Por su parte, la exabadesa de Belorado, Laura García de Viedma, defendió como “justa” la denuncia presentada contra Iceta, que sostienen ella misma y las exreligiosas sor Sion (Susana Mateo), sor Belén (María Ana Paz) y sor Israel (Isabel Jiménez).
Hemos recibido un perjuicio tan fuerte que sí que deseamos que se escuche la voz de la comunidad”
“Hemos recibido un perjuicio tan fuerte, tan prolongado todos estos meses, que sí que deseamos que se escuche la voz de la comunidad”, indicó la exabadesa, mientras que sor Sion subrayó que están viviendo una experiencia de “muchísimo sufrimiento” y han querido que “la ley pusiera un límite”.
Sor Amparo, la única clarisa de Belorado, más allá de las cinco mayores que no firmaron el manifiesto de salida de la Iglesia, afirmó antes de entrar en los juzgados que fue un pequeño grupo de las religiosas las que urdieron el cisma en secreto.
Sor Amparo lo denuncia
Fue un pequeño grupo de religiosas las que urdieron el cisma en secreto
La clarisa, que ahora está en Vitoria en un convento alavés donde está “muy bien acogida por las hermanas de esa comunidad”, aseguró que fue una sorpresa lo ocurrido en Belorado, y que “como lo llevaron entre ellas en un grupo, nadie lo pudo saber hasta que se dio la sorpresa”.
En ese momento fue cuando se levantó de la reunión y le dijo a Pablo Rojas, el supuesto obispo, “que eso no era así”. No sabe “lo que buscan” sus excompañeras, afirma que no lo entiende y que ella es “la primera” que abandonó esa idea. Además, lamentó la situación y reconoció que es difícil saber “lo que buscan” porque “es un poco raro todo”.

El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, junto a sor Carmen, secretaria de la federación de Clarisas, a su llegada los juzgados
La religiosa señaló que no le ha gustado “ver la televisión y las noticias” porque le da “pena que hayan llegado a lo que han llegado” y agregó darle lástima después de que hayan estado “viendo una vida de comunión, al menos exteriormente, de fraternidad, y de repente, que salga todo esto...”.
Sor Amparo acompañó a Iceta y a Sor Carmen, la representante legal de las clarisas de la Federación Nuestra Señora de Aránzazu. Ninguna de las dos clarisas reconocidas como tales fue llamada a declarar, no obstante, acompañaron a Iceta.

Laura García de Viedma, la exabadesa de Belorado, atiende a los medios
La religiosa también se refirió a las actas de Derio, uno de los puntos fundamentales del conflicto, ya que la comunidad está compartida por este monasterio y el de Belorado. Era el que querían vender las entonces clarisas para adquirir el de Orduña y de las “inexistentes” actas del capítulo que debe decidir la venta, lo que han ratificado las clarisas oficiales.
En el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Briviesca comparecían las cuatro exmonjas que han interpuesto la demanda, para su ratificación, y a continuación prestaba declaración como investigado el arzobispo de Burgos.

Las exclarisas han denunciado al arzobispo de Burgos por varios delitos
La vista se celebra después de que la Audiencia Provincial de Burgos estimara el recurso presentado por las exreligiosas y revocara el auto del Juzgado de Briviesca por que el se acordó el sobreseimiento provisional de la denuncia, “por el carácter prematuro del mismo y la falta de motivación”.
Acordó también la continuación de la instrucción de las diligencias previas, con la práctica de toma de declaración al denunciado este miércoles, y la toma de declaración y ofrecimiento de acciones a las denunciantes.