ChatGPT se ha convertido en un compañero de estudio, un profesor virtual, un organizador del tiempo, un “alguien” al otro lado de la pantalla que siempre está ahí para responder a cualquier demanda. La llegada de asistentes virtuales como ChatGPT, DeepSeek u otras aplicaciones más específicas inaugura una nueva forma de estudiar y preparar exámenes. “Antes buscábamos en Google la información, ahora vamos a las IA. Es más satisfactorio porque nos lo explican exactamente como se lo pedimos”, indica Laia Esteve, de 17 años, del colegio Padre Damián de Barcelona.
La mayoría de los alumnos de 2.º de bachillerato consultados por este diario coincide en que el uso de la IA ha cambiado sus métodos de estudio. “Yo lo veo como un aliado”, apunta Marc Linares, del instituto Sunsi Mòra, de Canet de Mar. “Durante el curso lo he usado para completar apuntes. En historia, por ejemplo, le pedía una versión de un tema y lo comparaba con mis apuntes. Si veía algo nuevo, lo contrastaba y lo añadía. Pero no hay que fiarse porque se equivoca”.
“Puedes preguntarle las veces que quieras y te responde según tu forma de pensar”
Estudiar con inteligencias artificiales implica un aprendizaje como asumir que la IA se inventa algunas respuestas. “Yo le advierto –afirma Daniel Catalán–: ‘Si no lo sabes, no respondas’ o ‘si tienes dudas, compártelas conmigo, pero no te inventes nada”.
En general, los estudiantes que recurren a los chatbots piden resumir textos, resolver dudas y crear simulaciones de exámenes para practicar. Luego, el compañero ChatGPT corrige. Todo ello, como define Emma García, de Padre Damián, “desde la comodidad de una simple conversación”.
Coinciden en señalar que las IA no sustituyen el esfuerzo de estudio, aunque advierten que, al principio de usarlo, es fácil pensar que te lo sabes y luego no ser así. No lo sustituye, pero canaliza mejor el esfuerzo que supone estudiar.
“Las IA son generosas con la nota que te ponen”
Marc Linares y Adur Izco también proporcionan a la IA modelos de exámenes para que genere ejercicios de una materia desde cero para practicar y, luego, les corrige. “Suele ser muy generoso y yo le digo: ‘Sé más estricto con la nota’, y me la baja”, se ríe Linares. En todo caso, están en la lógica del carnet de conducir: cuantos más ejercicios practican, más acostumbrado están a responder de esa manera. Eso es fundamental en un año de cambios en las pruebas.
“La IA no estudia por ti, pero te ayuda a entender los contenidos y a organizarte mejor”, considera Laia Esteve, del colegio de Sarrià.
Mar Llamas, alumna del bachillerato artístico en la Escola Massana, se ha acostumbrado directamente a “meter” los apuntes y documentos de los profesores dentro del “chat” y pedir que le explique los conceptos con palabras más sencillas: “Lo hace rápido, puedes preguntarle las veces que quieras y te responde según tu forma de pensar”. Así lo hace también Claudia Martínez, del Sunsi Mòra: “No falla”.
“Yo le advierto: ‘Si no lo sabes, no respondas o dime que dudas’”
Para Sara Rivas, las IA ayudan a rendir más y concentrarse mejor. “Le digo que me organice cinco horas de estudio de biología con descansos y me va bien”.
Los chatbots no solo sirven para textos. Son capaces de interpretar gráficos y fotografías, un aspecto imprescindible, por ejemplo, para el examen de historia. Se sube una foto histórica sobre la que hay que describir y definir los hechos acontecidos.
“Antes me rompía la cabeza, y ahora me lo explica de una forma que lo entiendo a la primera”, manifiesta Emma García. Esta chica paga, junto a una amiga, la versión prémium de ChatGPT para afrontar estas semanas de estudio, subir archivos y pedir consultas de forma ilimitada.
“Al principio de usarlo, es fácil pensar que te lo sabes y luego no ser así”
La elección de la IA depende también de la asignatura que los alumnos estén estudiando. García dice que ChatGPT le va mucho mejor para filosofía, castellano, historia..., pero que para matemáticas prefiere usar la IA china DeepSeek, “que lo hace mucho mejor”.
En cambio, Esteve prefiere “mil veces”, para materias como matemáticas o física, acudir a un profesor particular antes que usar una inteligencia artificial.
Llamas coincide en esto: “Lo mejor es combinar la inteligencia artificial con las clases presenciales y tus propios apuntes. No puedes fiarte al 100% de ChatGPT. Hay que contrastar”.