Este año se contabilizarán en España 44.573 casos nuevos de cáncer de colon y recto, según estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica. Se trata del tumor más frecuente en el conjunto de ambos sexos y supone el 15,1% de todos los nuevos casos de cáncer en la población española.
Los programas de cribado permiten una detección temprana y, con ello, una elevada tasa de curación. Pero las secuelas del cáncer de recto (que supone en 40% de los tumores del tubo digestivo) son muy relevantes, puesto que el tratamiento médico estándar consiste en extirpar el órgano (resección mesorrectal total). Para el paciente supone un apreciable deterioro de la calidad de vida y la necesidad acostumbrarse a vivir con una bolsa de colostomía, el dispositivo que suple la función del ano y recoge las deposiciones.
La nueva estrategia combina un tratamiento de quimio y radioterapia con una mínima cirugía
Un estudio liderado por el Institut d’Investigació i Innovació Parc Taulí (I3PT) de Sabadell ha demostrado que no es necesario extirpar el recto en estadios precoces de la enfermedad. Un tratamiento innovador, consistente en una combinación de quimio y de radioterapia seguida de una cirugía local mínimamente invasiva consiguen resultados tan favorables como el actual procedimiento estándar.
El estudio Tautem, liderado por el cirujano e investigador Xavier Serra-Aracil, ha sido publicado en JAMA Surgery , la revista más prestigiosa en el ámbito de la cirugía, en cuyo editorial reconocidos profesionales destacan la relevancia de la investigación pilotada desde Sabadell para “ampliar la evidencia científica que apoya a la desintensificación quirúrgica en el cáncer de recto”. Diecisiete hospitales y 173 pacientes han participado en la validación del nuevo tratamiento, que ofrece idénticas cifras de supervivencia a la vez que evita las secuelas permanentes de la extracción del recto, que influyen en la pérdida de calidad de vida, la necesidad de llevar bolsas intestinales y, en el caso de los hombres, las disfunciones sexuales asociadas. “El impacto es muy destacado”, afirma Serra-Aracil: “Mantenemos tasas de curación del 90% a largo plazo sin tener que retirar el órgano”.

El recto es el último tramo del intestino grueso
El estudio Tautem arrancó en el 2019 y en el 2023 se publicaron los primeros resultados que ahora quedan ratificados. “Ha sido un trabajo complicado porque, entre otras cosas, los pacientes no quieren hacer de conejillos de indias, pero hemos tenido la tenacidad suficiente y estamos muy satisfechos”, apunta el cirujano. En su opinión esta terapia supone un cambio de paradigma en el abordaje del cáncer de recto en fases iniciales y “un paso decisivo hacia la modificación de las guías clínicas internacionales y la mejora de la calidad de vida de miles de pacientes”.
Pacientes como Visitación Ocaña, una vecina de Polinyà de 58 años que no dudó en ofrecerse como conejillo de indias cuando le diagnosticaron un tumor de recto en el 2020. “Me explicaron que hacía un tiempo que estaba en marcha un estudio y que por el estado y las dimensiones del tumor podía entrar en él. La alternativa era llevar una bolsa de por vida”, relata. En diciembre del 2020 fue sometida a quimio y radioterapia durante un mes para reducir el tumor y en febrero del 2021 le extirparon, en una cirugía de unos 35 minutos (una extirpación de recto requiere entre tres y cuatro horas de quirófano), lo que había quedado de él para eliminar las posibilidades (entre un 15 y un 20%) de que reapareciera el cáncer.
Dos días después de la intervención, Visitación Ocaña ya estaba en casa. Se considera afortunada por el hecho de haber podido entrar en el estudio Tautem cuando quedaban pocas plazas. “No tengo ninguna secuela, ni de la quimio, ni de la radioterapia, ni de la operación. Me encuentro perfectamente. Me van haciendo los controles y las analíticas que toca, y nada más”, celebra.