Empieza en Sevilla la IV Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo de la ONU, un evento que se prolongará hasta este jueves y donde se reúnen 70 jefes de estado o gobierno y delegaciones de 150 países. La celebración, que desde primera hora de este lunes ha generado importantes retenciones viarias en las inmediaciones del Palacio de Congresos, donde se desarrolla el acto, se plantea como una oportunidad para cambiar el rumbo y alzar la voz frente a quienes solo apuestan por la rivalidad y la competencia. De hecho, en todos los discursos de ayer podía leerse veladamente el destinatario: Donald Trump.
Fue el domingo cuando los Reyes daban el pistoletazo de salida de la cumbre ofreciendo una cena en el Real Alcázar con los altos dirigentes internacionales. En ella, Felipe VI pidió que se pase de los compromisos genéricos a resultados claros y medibles, declarando que “debemos dotar esta conferencia de un plan realista y eficaz que nos permita avanzar de verdad”, toda vez que insistió en que “el multilateralismo sigue siendo el mejor camino para lograr la paz, el progreso y la prosperidad compartida”. El monarca subrayó la responsabilidad de no dejar a nadie atrás: “Una nueva geopolítica no puede ni debe desembocar en una enmienda a la totalidad al mundo del derecho, de la solidaridad, de la dignidad humana”.
El presidente de España defiende el multilateralismo para corregir el rumbo que quiere marcar EE.UU.
El evento, que podría tener un impacto económico de 20 millones de euros en la ciudad, se desarrolla con la ausencia de EE.UU. Donald Trump se negó a firmar el documento Compromiso de Sevilla (que aboga por la reforma del sistema de financiación para el desarrollo), desmarcándose del proyecto en común debido a profundas discrepancias sobre la reforma de deuda, gestión fiscal, género, comercio y transferencia de tecnología recogidas en el texto. A esto, hay que sumarle las tensiones diplomáticas surgidas tras el choque con España por el gasto en defensa. La ausencia de EE.UU. deja un hueco significativo en financiación, pero también allana el camino para que otras voces reclamen el compromiso global con el desarrollo sostenible.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, inauguró las jornadas. Durante su intervención, hizo un llamamiento a la acción para lograr un mundo inclusivo en medio de un clima de “fragmentación”: “Esta es una oportunidad para cambiar el rumbo, para alzar nuestra voz, frente a quienes intentan convencernos de que la rivalidad y la competencia van a marcarle el paso a la humanidad y su futuro”. Según estimó, alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible se estima en 4 billones de dólares anuales.
En estos momentos, donde la comunidad de donantes en el mundo se está reduciendo “drásticamente”, apuntó, hay que “redoblar el esfuerzo” para cumplir los compromisos de cooperación internacional y “garantizar la sostenibilidad de la deuda” de países en desarrollo vía impuestos globales a las grandes fortunas y multinacionales. “La justicia fiscal es la mejor herramienta para financiar la justicia social”, dijo, invocando el papel central de la ONU.
Un impuesto a los billetes en primera y a los jets privados
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respalda una iniciativa para crear un nuevo impuesto a los billetes de avión en primera clase y al uso de jets privados. Sánchez hizo este anuncio durante su intervención en un acto sobre la implementación de la llamada Plataforma Sevilla para la Acción, una herramienta que permitirá canalizar iniciativas de actores públicos y privados, durante la cumbre de Sevilla. En concreto, adelantó que España se unirá a una coalición de países que va a trabajar a favor de “una mayor contribución del sector de la aviación a las transiciones justas y a la resiliencia climática a través de una tasa específica a los billetes de clase ejecutiva y también a los jets privados”. Esta iniciativa se suma a otras anunciadas previamente, como la reducción de deuda a países en desarrollo, mediante compromisos de canalizar esos recursos a áreas como la seguridad alimentaria, la nutrición, la acción climática o la salud o sobre tributaciones “justas” a grandes fortunas
España no ha anunciado un aumento en la financiación para proyectos humanitarios, ya que aún no cumple con el compromiso del 0,7% prometido en Etiopía durante la última cumbre hace más de diez años. Sin embargo, sí realiza inversiones en colaboración, cooperación, misiones y desarrollo. Sánchez anunció la creación de una nueva agencia de coordinación de Naciones Unidas con sede en Madrid. También adelantó que España destinará 145 millones de euros para combatir la malaria, el sida y la tuberculosis entre los años 2026-2028.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, quiso mostrar su apoyo al liderazgo de Sánchez y a su agenda de justicia fiscal y alivio de deuda al considerarlas esenciales para sostener la Agenda 2030 y contrarrestar la crisis de confianza en el multilateralismo. “Quiero agradecer al Gobierno de España y, en particular, a Pedro Sánchez, su liderazgo firme en esta hora de incertidumbre”. “La financiación es el motor del desarrollo y ahora mismo se está ahogando”, añadió.
España aún no cumple con el compromiso del 0,7% adquirido hace una década, pero sí hace inversiones en cooperación
La cumbre se celebra además en medio del debate en la OTAN sobre el aumento del gasto en defensa. Sobre ello, en una entrevista a RTVE Guterres aseguró que entiende “la necesidad de los estados de garantizar su defensa”, sobre todo en Europa por la guerra en Ucrania. Pero, “incrementar el gasto en defensa reduciendo el gasto en cooperación internacional y ayuda humanitaria”, como está ocurriendo en muchos países, “tiene un impacto negativo en la armonía necesaria en las relaciones entre el norte y el sur”.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa, ratificaron su disposición a invertir en desarrollo. Por otro lado, sin citar a Trump, el presidente de Francia, Emmanuel Macron sostuvo que “la guerra arancelaria es mala para todo el mundo y pesa en la capacidad de financiar el desarrollo”.
Clamor de las oenegés
Uno de cada tres niños en el mundo no tiene acceso a la salud ni a la educación
Las oenegés más activas en la ayuda al sur global aprovecharon el gran escaparate de la Conferencia de Financiación para el Desarrollo de Sevilla como una plataforma en la que evidenciar los muchos problemas que quedan por resolver. Por ejemplo, el hecho de que uno de cada tres niños en el mundo no tenga acceso a servicios esenciales, como salud, educación o la protección, o que “pone en jaque sus derechos fundamentales y amenaza con hipotecar el futuro de generaciones enteras”.
En el balance de la situación mundial de la ayuda al desarrollo participaron Educo, Plan International, Plataforma de Infancia, Save the Children, Tierra de Hombres España, UNICEF España y World Vision, que valoraron que esta cumbre sevillana “se presenta como una oportunidad histórica para transformar esta realidad”. Las entidades apuntaron que el encuentro es “mucho más que una cumbre financiera”, ya que coincide con “un momento decisivo para garantizar que los derechos de la infancia y la juventud estén en el centro de la arquitectura económica global”.
La descripción de la situación que dejan los recortes, especialmente la caída de la ayuda de Estados Unidos desde la llegada al poder de Donald Trump a principios de este año, liquida buena parte del trabajo de estas entidades.
“Las políticas de austeridad, la creciente carga de la deuda y los recortes en inversión social han golpeado especialmente a niños, niñas y adolescentes de los contextos más vulnerables” reprocharon a los países que han reducido o cancelado sus aportaciones.
En su misiva, alertaron de que, “mientras se discute la sostenibilidad de la deuda en términos macroeconómicos, lo que está en juego es el acceso real de millones de menores a una escuela, a un centro de salud o a un plato de comida”.
Las cinco prioridades que las oenegés consideran que pueden “garantizar un futuro digno para la infancia” son: que la financiación anteponga las necesidades de la infancia a cualquier otra consideración, que las necesidades de los menores sean contempladas por encima de la deuda, que haya una recuperación e incremento de la ayuda oficial al desarrollo, la participación de las nuevas generaciones en la cumbre y un pacto intergeneracional para proteger a la infancia y al planeta.
En el plano medioambiental, WWF valoró positivamente el Compromiso de Sevilla, el documento final de la conferencia, pero advierte que, si no se crece urgentemente la financiación para la naturaleza, no se podrán alcanzar las metas del documento ni los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Rebecca Stringer, directora de alianzas con el sector público de WWF afirmó que “no hay camino para acabar con la pobreza, asegurar la alimentación y el agua, o construir economías resilientes sin proteger y restaurar el medio ambiente y reconocer el papel de los pueblos indígenas y las comunidades locales como actores clave en la conservación de la naturaleza”.
El déficit mundial de financiación de la naturaleza es de más de 700.000 millones de dólares al año, mientras que 7 billones de dólares anuales apoyan actividades que dañan el medio ambiente y el clima. Proteger la naturaleza podría evitar pérdidas anuales de 2,7 billones de dólares