El asesinato de Philip Nesebik, abatido a tiros en el Eixample barcelonés, ha puesto el foco en la consolidación de mafias internacionales en Cataluña. El periodista de La Vanguardia, Toni Muñoz, resume así el trasfondo del caso. Reúne todos los ingredientes para una trama de una serie de televisión. Pero no es así, son hechos que han ocurrido esta misma semana en Barcelona y que desvelan la operativa de cómo actúan bandas criminales extranjeras en España.
Sobre la escena del crimen, Muñoz detalla: “A plena luz del día, el pasado martes, hubo un tiroteo de un hombre en el portal de su casa. Justo cuando estaba entrando por la puerta, hubo un pistolero que se abalanzó sobre él y lo cosió a tiros. En total, efectuó ocho disparos, cuatro lo alcanzaron a él, tres en la espalda y uno en la cabeza. Y podríamos hablar prácticamente de una ejecución o de, en fin, la liquidación de un líder por parte de una mafia rival”.
El periodista subraya la importancia del contexto urbano y social de Barcelona para favorecer la implantación de estas organizaciones: “Esta ubicación estratégica favorecida, digamos, por las condiciones climatológicas, además, por el hecho de que haya muchas viviendas vacías y puedan también implantar plantaciones de marihuana, pues todo esto es un caldo de cultivo fantástico para que estas mafias, estas organizaciones criminales, vengan a Cataluña y se implanten, se asienten y a partir de aquí, generen toda su actividad criminal”.
Finalmente, advierte sobre la transformación del panorama criminal local: “Aquí en Cataluña podríamos hablar que, básicamente atraídos por las plantaciones de marihuana, se están asentando una serie de organizaciones que empiezan a ser peligrosas y que tienen ya varios conflictos entre ellos. […] Son organizaciones criminales muy asentadas, cada vez más consolidadas y que llevan consigo, pues que se produzca violencia, tiroteos y también vuelcos, es decir, robos de droga entre ellos.