Las monjas excomulgadas de Belorado (Burgos) han afrontado el juicio por desahucio al que se enfrentan con la indocilidad que les ha caracterizado durante todo el cisma religioso, cargando con dureza contra la Iglesia y el arzobispo de Burgos, Mario Iceta. “Es un cobarde, no es católico”, han indicado a la entrada de los juzgados. Después, las ex religiosas han defendido que conforman una entidad jurídica, de manera que no deberían ser desahuciadas del convento de Belorado en el que la mayoría permanecen atrincheradas desde que hace más de un año decidiesen romper con la Iglesia.

Las exreligiosas del convento de las Clarisas de Belorado, Laura García de Viedma (d), Susana Mateo (i) y María Paz (c), declaran en el juzgado de Briviesca,
El juicio, celebrado en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Briviesca (Burgos), se ha celebrado en una única sesión, de manera que ha quedado visto para sentencia. En el mismo, el juzgado ha analizado la demanda de desahucio presentada por el Arzobispado contra las ocho exmonjas excomulgadas en junio de 2024 por cisma religioso y que hoy siguen en el Monasterio de Belorado.

Laura García de Viedma, exabadesa del convento de las Clarisas de Belorado, a su llegada este martes al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Briviesca (Burgos).
La defensa de las exmonjas, representada por el abogado Florentino Aláez, ha basado su argumentación en que las personas jurídicas gozan de libertad religiosa y, por tanto, del derecho a separarse de una confesión religiosa, y ha insistido en que cuando tomaron la decisión en mayo del pasado año lo hicieron como comunidad religiosa.
En esta línea, el abogado ha asegurado que, en consecuencia, no fueron las exmonjas las que a título individual decidieron separarse de la Iglesia católica, sino la comunidad del Monasterio de Santa Clara de Belorado, de manera que ellas deberían seguir siendo las titulares propietarias del convento.

Las ocho religiosas excomulgadas por su decisión de separarse de la Iglesia católica, antes de entrar al Juzgado.
En el polo opuesto, el abogado del Arzobispado ha afirmado que una separación de la Iglesia católica por parte de una entidad religiosa es cuestión del derecho canónico, y ha apuntado que, en el caso de Belorado, las exmonjas perdieron su condición de religiosas el 8 de mayo.
Según su argumentación, en ese momento dejaron también de pertenecer la comunidad religiosa de Belorado, que sigue existiendo y cuyo representante legal es el arzobispo Mario Iceta, como comisario pontificio, y ha asegurado que las exreligiosas ocupan “en precario” el monasterio burgalés, del que deberían salir.
Antes de la vista, en declaraciones a los medios, Sor Paloma (Susana Varo) ha insistido en que tienen “la conciencia muy tranquila”, al tiempo que ha acusado al comisario pontificio y arzobispo de Burgos, Mario Iceta, de actuar solo bajo “su propia ambición para quedarse con el monasterio”. Mientras, la ex abadesa sor Isabel (Laura García de Viedma) ha admitido que son realistas y que saben que pueden ser desahuciadas.
Este conflicto entre las religiosas y la autoridad de Roma, representada por el Arzobispado de Burgos, saltó a la luz pública cuando en mayo del año pasado las religiosas hicieron público un manifiesto en el que arremetían contra la Iglesia y todos los papas posteriores a Pío XII.
Después se supo que el conflicto tenía un trasfondo económico e inmobiliario y también se conoció el alineamiento de las religiosas con corrientes críticas como la Pía Unión de San Pablo Apostol, una secta de la que ya se desvincularon.
Estas ex clarisas vienen protagonizando el primer cisma liderado por unas monjas en España y en los últimos meses han contado con la asistencia de un obispo sedevacantista (considera que la Santa Sede está “vacante”).
En este momento la mayor parte de las diez monjas excomulgadas viven en el monasterio burgalés de Belorado, mientras que las otras tres residen en el restaurante de clausura que han inaugurado en Arriondas (Asturias). Asimismo, en el monasterio burgalés también residen cinco monjas de mayor edad que no fueron excomulgadas, ya que no participaron en el cisma eclesiástico que las ex clarisas protagonizan desde mayo del año pasado.