“Las bebidas energéticas y el café están pasados de moda, prueba XXX” “Ya sean fiestas nocturnas o reuniones desafiantes, con XXX siempre estarás por delante. Te patea la nariz. Y eso es realmente muy bueno. Confía en nosotros”. “Perfecto para el trabajo, el gimnasio, estudiar o cuando necesites un chute de cafeína instantáneo. Prueba hoy mismo la colección de sobres de cafeína XXX y energiza tu día de forma inteligente”.
Atraídos por estos y otros eslóganes similares (de los que se ha obviado la marca comercial) y espoleados por influencers que promocionan estos productos en redes sociales, un número creciente de jóvenes y adolescentes está cayendo en la moda de consumir altas dosis de cafeína esnifándola por la nariz o colocando bolsitas similares a las de té entre el labio y la encía.
En TikTok puede verse a creadores de contenido inhalando una línea de polvo blanco de una llave o de la palma de su mano al tiempo que celebran “el chute” de energía que les proporciona (por ejemplo para levantar más pesas en el gimnasio); y a otros que lo promocionan como alternativa “legal” a la cocaína. También a quienes alaban las bondades de las bolsitas de cafeína con sabores (similares a los snus de nicotina) ocultas bajo su labio como “chuches estimulantes” discretas y de efecto inmediato.
Y la facilidad de acceso y la falta de regulación sobre estos productos han ido despertando preocupación en la comunidad médica, en especial en aquellos países donde los servicios de urgencias ya han detectado un aumento de ingresos por complicaciones asociadas a sobredosis de cafeína, como por ejemplo Estados Unidos.
El doctor Emilio Salgado, experto en toxicología, explica que, si bien él aún no ha visto ningún caso en las urgencias del hospital Clínic de Barcelona (donde trabaja), considera justificada la preocupación de los médicos por el consumo de estos suplementos porque pueden provocar serios problemas de salud.
La dosis segura en adultos son 400 mg de cafeína al día (6 cafés cargados) y cada vial para esnifar contiene 100 mg, así que con 5 ya tienes una sobredosis
“La dosis de cafeína que se considera segura para un adulto son 400 miligramos al día, que equivale a unos seis cafés cargados, y los viales para esnifar contienen 100 miligramos, de modo que si alguien se esnifa 5 ya tienes una sobredosis”, indica. Además, agrega, el hecho de tomarla por vía intranasal provoca que los niveles en sangre sean mayores que si se ingiere la misma cantidad de cafeína por vía oral, porque en ese caso una parte se absorbe durante la digestión, pasa por el filtro del hígado, y llega menos cantidad al torrente sanguíneo.
En el caso de las bolsitas de cafeína, se venden con concentraciones que van de los 50 a los 100 miligramos en cada snus, dependiendo de las marcas, y colocadas entre el labio y la encía trasladan esa dosis rápidamente al torrente sanguíneo. Y el problema, dicen los expertos, es que a menudo combinan las altas concentraciones de cafeína con otros estimulantes como la taurina y con moléculas para darles sabor y color de toxicidad desconocida, sobre todo si además se mezcla su consumo con el de alcohol.
“Igual que ocurre con las bebidas energéticas, la interacción de estas sustancias con el alcohol enmascara el efecto de este, y la persona bebe más y resulta más peligroso”, detalla Salgado.
La alerta de la FDA
Graves consecuencias para la salud
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ya alertó en marzo de 2023 de la peligrosidad del consumo de cafeína concentrada. “Una sola cucharadita de cafeína pura en polvo puede contener la misma cantidad de cafeína que 28 tazas de café... Se trata de cantidades tóxicas que pueden tener graves consecuencias para la salud”, advertía su comunicado.
Además, explican los especialistas, tanto en el caso de los polvos para esnifar como en el de las bolsitas es difícil controlar la dosis, lo que sumado a que los jóvenes y adolescentes tienen menos tolerancia a la cafeína, aumenta el riesgo de consumir demasiada y acabar en urgencias.
Las bolsas de cafeína se venden con concentraciones que van desde los 50 a los 100 miligramos
La cafeína híperestimula el sistema nervioso central y periférico, y una sobredosis puede causar palpitaciones, ansiedad intensa, insomnio, “y puede evolucionar mal con alteración de conciencia, convulsiones, coma, arritmia y muerte”, resume el experto en toxicología del Clínic, que precisa que las dosis letales se alcanzan a partir de los 4 gramos, aunque hay variabilidad sobre los efectos en personas que ya tienen riesgo de arritmia u otras dolencias.
Chutes de cafeína
En busca de “un subidón”
La cafeína es un estimulante que puede hacer sentir más alerta y con menos sueño, y eso la ha convertido en un suplemento muy apreciado por quienes quieren mantenerse despiertos o con un “subidón” de energía para salir de fiesta pero también, en el otro extremo, por quienes quieren llevar mejor el madrugón para ir al colegio o a trabajar, o quienes confían en ese “chute” para rendir más en los exámenes o en el desempeño laboral. Y tampoco faltan quienes recurren a esta sustancia con el ánimo de mejorar su rendimiento deportivo o de poder jugar más horas a videojuegos.
Desde el punto de vista físico, la inhalación de polvo de cafeína, que tiene efecto vasoconstrictor como la cocaína, también puede provocar lesiones en la nariz. Por su parte, las bolsas escondidas bajo el labio pueden dañar las encías.
Y más allá de los efectos fisiológicos, Salgado pone el foco en el mensaje social que mandan estos productos, puesto que su estética, ritual de consumo e incluso algunas campañas de marketing reproducen el universo de la cocaína.
La venta de polvos de cafeína para esnifar banaliza el consumo de cocaína, como cuando se vendían cigarrillos de chocolate a los niños
“Nada, dentro de la normalidad de nuestra cultura, se consume de forma habitual por vía intranasal excepto la cocaína, así que estos productos son una manera de banalizar ese consumo y quizá inducir al mismo, como cuando se vendían cigarrillos de chocolate a los niños, porque la población diana de este tipo de productos son los adolescentes y jóvenes que están comenzando a experimentar”, remarca el especialista del Clínic.
En España, la organización de consumidores Facua ya hace tiempo que reclama que el Ministerio de Sanidad regule el acceso de los menores de edad a todos los productos con elevadas cantidades de cafeína.
Pero hay llamamientos para su regulación también para adultos. Según el artículo publicado hace un año en The Lancet Respiratory Medicine por especialistas franceses, debería limitarse la concentración de cafeína permitida, exigir controles toxicológicos sobre los aromatizantes que se añaden para hacer estos productos más atractivos, incluir advertencias sanitarias claras en sus envases y prohibir la publicidad que imite a las drogas ilegales.
