Carlos Aguilar, presidente del Comité Europeo de Servicios de Medios de Comunicación, ha señalado durante el Foro de la Nueva Comunicación de Nueva Economía Fórum que la irrupción de la inteligencia artificial, con el descenso de audiencias que dejan de acudir a los medios, supone “ un riesgo efectivo en términos económicos para el ejercicio tanto del periodismo como de los medios en general” y ha apuntado que se hay que “encontrar la manera en la que esto rinda los derechos y tributo” a quienes crean ese contenido para evitar desequilibrios. Aguilar, que ha sido presentado en el acto por el director de La Vanguardia, Jordi Juan, ha explicado cómo debe aplicarse la Ley de Libertad de Medios de Comunicación de la Unión Europea (EMFA por sus siglas en inglés).
El presidente de este comité, que supervisará el cumplimiento de la normativa, ha indicado que “nos encontramos, desgraciadamente, en un entorno en el que el ejercicio de la profesión del periodismo y la subsistencia de los medios que viven directamente de él está en peligro”. Lo ha atribuido en parte, por un lado, a legislaciones dispares en la UE y a que no se garantizan las libertades en algunos casos, y por otra a que “el ciudadano vive en un entorno de un constante ruido, en el que es muy difícil separar lo que es la información veraz de lo que son meros ejercicios de comunicación en el mejor de los casos o ejercicios de intencionados de desinformación en el peor de ellos”.
La EMFA, ha sostenido Aguilar, vela por “la protección de los periodistas y sus fuentes en toda la UE de una manera completa, absoluta, exceptuando casos que solo pueden ser atribuidos a la supervisión judicial”. En segundo lugar, protegiendo la línea editorial de fuentes externas a la propiedad, de la influencia de terceros países. Y en tercer lugar, “dando unas reglas y unas normas que permitan garantizar la adecuada financiación de los medios de comunicación, estableciendo transparencia en la propiedad hasta sus últimas consecuencias”.

Jordi Juan, director de 'La Vanguardia', presentó a Carlos Aguilar en el Foro de la Nueva Comunicación de Nueva Economía Fórum
Aguilar ha explicado que el comité que preside, formado por las autoridades audiovisuales, es completamente independiente y “tiene como objetivo final convertirse en un organismo de confianza en la orientación de la normativa para salvaguardar la libertad de expresión, garantizar el pluralismo y la independencia editorial, combatir los contenidos ilegales nocivos, promover la alfabetización mediática y apoyar la sostenibilidad económica del sector de los medios de comunicación”.
Según Aguilar, la EMFA “es el mejor antídoto contra la desinformación y el mejor refuerzo para el ejercicio de las capacidades democráticas”. Ha asegurado que “no hay ninguna línea, ni una sola palabra en el reglamento que permita a ninguna autoridad o a ningún gobierno censurar modificar o eliminar contenidos”. Lo que persigue la normativa, en vías de aplicación, “es la dimensión económica de los medios de comunicación y establece una relación entre la creación de un sistema plural y diverso con la capacidad de los ciudadanos de tener información fidedigna que les permita precisamente escapar de los medios que puedan ser desinformativos”.
Aguilar ha manifestado que “cada día cuesta más la supervivencia de determinados medios que se dedican a dar información, y cuanto más tardemos en dar las soluciones que propone el reglamento, más riesgo hay que se pierdan parte de estos medios”. Por ello, ha reclamado sobre la aplicación plena de la EMFA que “se acabe de adaptar a todas las instancias nacionales para que pueda implementarse plenamente cuanto antes”.
El director de La Vanguardia, Jordi Juan, ha observado en la introducción del acto que una de las ventajas de la normativa europea “es justamente que aporta transparencia”. “No solamente facilitará a los periodistas poder trabajar mejor, poder proteger nuestras fuentes y poder eliminar trabas que podemos tener para el ejercicio de nuestro trabajo”, ha apuntado.
Jordi Juan ha insistido “en la importancia de los medios libres, porque la democracia está en riesgo si los medios desaparecen y si solamente quedamos en manos de una serie de grupos que controlan las redes sociales y distribuyen la información que ellos quieren, como ellos quieren cuando ellos quieren y sin el rigor que tienen los medios de comunicación, más allá de la línea editorial que cada periódico tiene que tener y que es justo que tenga”.