Los Premios Vanguardia –tercera convocatoria este lunes por la noche– amplifican el pulso actual y vivísimo de la sociedad catalana reconociéndose a sí misma. “Cuando Barcelona habla, ¡el mundo escucha!”, proclamó Jaume Collboni en su alocución. Y Barcelona –con Catalunya– habla a través de La Vanguardia desde hace 144 años. Asentían el rey Felipe VI y los presidentes Pedro Sánchez y Salvador Illa.
La sociedad catalana aquí se fortalece en su amplia centralidad y autoestima: confraternizaron los asistentes, lo mejor de Catalunya y vi a la cantante Aitana y al rey Felipe haciéndose juntos una selfie: ¡bien!

La gala de los Premios Vanguardia que se ha celebrado este lunes en el Palau de Congressos de Catalunya
Imperaron la confraternidad y la jovialidad: el Rey y Aitana se hicieron una selfie juntos
Estos galardones distinguen lo mejor de nuestra cultura, ciencia, empresa e iniciativas sociales, y enaltecen los valores del humanismo y del europeísmo... en coincidencia con el cuarenta aniversario del ingreso de España en la Unión Europea. El editor de La Vanguardia, Javier de Godó, subrayó el compromiso de este diario con “la información veraz y contrastada” y “los valores de rigor y responsabilidad”. Un vídeo de esta casa lo ilustró: un avioncito de papel hecho por una niña con un ejemplar de La Vanguardia, lanzado desde Miramar, une en su vuelo a los países de Europa y con los valores de democracia, dignidad, justicia, igualdad y derechos humanos, dejando esta estela: “Volamos en una misma dirección”. Los que desde jovencitos creemos en la Unión Europea y conservamos la fe, nos emocionamos.
El grupo de veintisiete gráciles bailarinas y bailarines Cuatro Ochos amenizó artísticamente la entrega con una coreografía inspirada en el personal de una aerolínea, alegoría de las palpitantes relaciones interpersonales que Europa fomenta.

Los bailarines de Cuatro Ochos amenizaron la gala vestidos de personal de aerolínea, alegoría de movilidad y relaciones humanas
Los premiados que subieron al escenario a recoger sus distinciones enorgullecieron a los asistentes por la mucha valía de su labor: asociaciones solidarias con la dana, Airbus, cervezas Damm, Sagrada Família (subió un cardenal Omella que sueña con beatificar al genial Gaudí en el 2026), Aitana, Ricardo Bofill (in memoriam), Timothy Garton Ash, Manel del Castillo (hospital de Sant Joan de Déu), Elena Barraquer y Caroline
Darian. Los cuatro últimos han sido entrevistados en La Contra : son historias humanas dignas de ser divulgadas y apreciadas. Elena Barraquer se retiró temprano, porque operaba esta mañana.
El presidente de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, apuntó: “Somos mayoría los demócratas frente a los que buscan que perdamos la esperanza: los premiados representan esa esperanza”. Y destiló su mensaje: “Demos cada uno lo mejor de sí mismo”.
El presidente Pedro Sánchez vio en los premiados reflejos de “europeísmo, solidaridad, cultura y feminismo”, aplaudió la labor de Javier y Carlos Godó y de los periodistas de este diario en su defensa del “rigor y la dignidad” ante “una sociedad expuesta a noticias falsas” y, dirigiéndose a Caroline Darian –que había entonado una alocución imponente de su drama–, concluyó: “¡El valor es hablar!”. De eso –dijo– depende el futuro de la democracia. Es verdad. Aquí no desfalleceremos.