El jurado declara culpable al guardia civil acusado de asesinar a su expareja en Bruselas

Violencia machista

El agresor asestó más de 150 puñaladas a la víctima, una enfermera española, en su apartamento de la capital belga

La Grand Place de Bruselas

La Grand Place de Bruselas 

Bogdan Lazar / Getty Images/iStockphoto

Un jurado popular del Tribunal Penal de Bruselas ha declarado al ex guardia civil César Arribas Calvo culpable de asesinato con premeditación de su expareja, la enfermera vallisoletana Teresa Rodríguez Llamazares, de 23 años de edad, a la que asestó, según considera probado el fallo, más de 150 puñaladas en el apartamento de la víctima en el centro de la capital belga.

Después de escuchar esta mañana las conclusiones de la acusación y la defensa, el jurado, compuesto por ocho hombres y cuatro mujeres, se ha retirado a deliberar durante cinco horas. A primera hora de la tarde, el jurado ha entregado su veredicto en la Sala Solemne del Tribunal de Justicia de Bruselas ante las tres magistradas que constituyen el Tribunal Penal, el acusado y los padres de la víctima. La jueza presidenta del Tribunal ha leído el veredicto que, considera culpable a Arribas Calvo de asesinato voluntario y con premeditación y de portar objetos punzantes con intención de usarlos como armas para dañar a una persona.

El jurado ha expresado en la motivación del veredicto, su consideración de que César Arribas Calvo era “plenamente consciente” de sus actos al cometer el crimen, al que añade el agravante de la premeditación, en la que contó como una de las pruebas el hecho de que cogiera de la cocina del apartamento de la víctima dos cuchillos diferentes para utilizarlos en el asesinato de su expareja. El asesinato fue cometido el 27 de octubre del 2022. Ese día, Arribas Calvo se presentó en el apartamento de la mujer en Bruselas y utilizó el pretexto de acudir a buscar unos carnets que había olvidado unos días antes. Durante esa visita al domicilio, asestó a Teresa Rodríguez más de 150 puñaladas que le causaron la muerte.

En el momento de los hechos, César Arribas era guardia civil en prácticas, aunque ya ha sido expulsado del cuerpo armado. Unos días antes de cometer el asesinato, viajó a Bruselas, donde Teresa Rodríguez trabajaba como enfermera. El motivo que expresó a la mujer para justificar esta visita era su intención de recuperar la relación que ambos habían mantenido. En los primeros días desde su llegada a Bruselas, el asesino se alojó en casa de su víctima, a pesar de que ella le había expresado, según reconoció, su incomodidad con esto, por lo que la noche anterior a la del crimen se trasladó a un albergue.

En ese nuevo alojamiento, César Arribas hizo varias búsquedas por internet sobre cómo matar a una persona y después escribió una carta de arrepentimiento “por lo que iba a hacer” que no llegó a enviar a nadie. Una vez cometido el crimen, el asesino saltó por la ventana del apartamento, situado en un quinto piso, con la intención, expresada durante el juicio, de quitarse la vida, aunque durante la vista no quedó claro por qué intentó subir por la fachada del edificio hacia la azotea.

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El tribunal volverá a reunirse mañana  viernes por la mañana para que las partes expresen sus argumentos sobre las penas que pueden aplicarse en esta condena. Después, el jurado deberá volver a reunirse para tomar una decisión al respecto. En el caso de un delito de asesinato con premeditación, el máximo castigo que contempla la legislación belga es el de cadena perpetua, aunque esta pena no suele imponerse.

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