En el 2018, en la carrera que Apple emprendió para que su iPad fuera entendido por los consumidores como un ordenador en lugar de una tableta -considerada de un rango menor en el mundo de la computación-, creó un anuncio en el que una joven hacía todo tipo de tareas con el iPad de forma sencilla y ágil. Al final del anuncio, cuando le preguntaban por su ordenador se preguntaba “¿qué es un ordenador?”. Aquella campaña, que apuntaba a una nueva generación sin ataduras mentales que podía tener todo lo que necesitaba en una tableta, irritó a alguna gente, que sintió menospreciada la potencia y versatilidad de los ordenadores personales. El anuncio tendría más sentido ahora, con el lanzamiento del nuevo chip M5. ¿Es lógico que una tableta sea mucho más potente que muchos ordenadores? probablemente sí.
El iPad Pro de nueva generación con el chip M5 guarda el diseño externo de la tableta que Apple presentó en junio del 2024 con el polémico anuncio –que acabó retirado– en el que todo se comprimía bajo una prensa para convertirse en la tableta más fina de su historia. Sólo 5,1 milímetros de grosor y una capacidad insuperable en su categoría. Entre las novedades respecto al anterior modelo, Apple ha incorporado en el nuevo iPad Pro el chip de conectividad inalámbrica N1 de diseño propio con Wi-Fi 7, y también el módem C1X, diseñado por la compañía californiana, en los modelos con conexión celular.
En esa asociación del iPad a las tareas mayores, Apple sigue apuntando hacia arriba. El sistema operativo estrenado hace unas semanas, iPadOS 26, va algo más lejos en esa frontera cada vez más difusa entre tableta y ordenador. Ventanas dimensionables al mismo estilo que en el Mac y el puntero en forma de flecha en lugar de un punto cuando se usa con un teclado con trackpad, contribuyen a esa sensación de que estamos ante una máquina superior.
El iPad Pro M5 se desenvuelve bien con apps de modelos de IA generativa como DrawThings
Para seguir hipervitaminando el iPad Pro, en sus dos tamaños de 11 y 13 pulgadas, Apple ha decidido meterle más madera, el chip M5, con grandes mejoras en todas sus prestaciones y una nueva arquitectura de procesador gráfico (GPU) que incluye un acelerador neuronal en cada uno de sus 10 núcleos. El objetivo es darle velocidad a cualquier tarea que incluya inteligencia artificial. Su rendimiento es cuatro veces superior al del chip M4 lanzado el año pasado. Una barbaridad.
El resultado en el día a día es una tableta que cada vez se parece más a un ordenador y que se come por potencia a la gran mayoría de lo que se encuentra en el mercado de PCs. El flanco más débil del iPad Pro sigue siendo la falta de algunas de las apps que se utilizan en el ámbito profesional, aunque esa es también una línea que se va desdibujando con el tiempo, a medida que muchas compañías de software descubren que, por potencia, sus productos pueden funcionar más que bien en una tableta.
A la hora de decidirse por un producto de computación de buen rendimiento, un usuario con mentalidad conservadora se irá probablemente hacia el MacBook Air con el chip M4, uno de los ordenadores más recomendables del mercado, pero si es de mentalidad más abierta, en la comparativa ganará la tableta en la mayoría de los aspectos. Pantalla hasta tres veces más brillante, con mayor contraste (OLED), táctil, compatible con Apple Pencil, con cámaras, y con el corazón del M5, mucho más rápido y eficiente con tareas de IA. Parece que Apple quiere que sus clientes se hagan preguntas incómodas, como la niña del anuncio del 2018.
Puesto en el banco de pruebas, los benchmarks, aplicaciones que exprimen los chips en tareas de todo tipo para cuantificar su comportamiento, dan resultados impresionantes para el chip M5. En Geekbench 6, el rendimiento mononúcleo más alto registrado es, de momento, 4.190, una puntuación a la que ni se acercan muchos chips de PC de gama alta. Apple ya anunció la semana pasada que su núcleo de CPU es el más veloz del mundo. Hay que tener en cuenta, además, que este el chip básico de una nueva generación que probablemente contará en unos meses con versiones Pro, Max y es posible que Ultra. De estos tres, parece hoy inimaginable hasta dónde pueden llegar.
Todas las tareas en las que ha sido puesta esta unidad de prueba, el iPad Pro con el chip M5 de 10 núcleos de CPU y 10 núcleos de GPU junto con 1 TB de disco duro, demuestra es una máquina excepcional. Genial para trabajos de todo tipo, pero excepcional en aplicaciones que utilizan inteligencia artificial, gráficos de edición fotográfica y videojuegos. Sin apreciarse calentamiento. Los iPad, a diferencia de los ordenadores, no llevan ventilador. Llamar tableta a este dispositivo es quedarse corto. Desde el primer día del lanzamiento del iPad, del que ya hace 15 años, Apple no ha dejado de decir que este era un dispositivo de nueva computación. Con dispositivos como este, está mucho más cerca de que esa idea cuaje en la opinión pública.



