La temporada de virus respiratorios está mostrando un comportamiento atípico. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) alerta de que los datos de vigilancia europeos y la casuística observada en las consultas indican un adelanto de aproximadamente un mes en el inicio de la actividad gripal y de las infecciones por otros virus respiratorios.
En esta línea, la consejera de Salud de Asturias, Concepción Saavedra, afirmó ayer que la incidencia de la gripe en España está creciendo, y más rápidamente que otros años, por lo que los técnicos estiman que el pico se de en la época de Navidades, cuando solía ocurrir en enero o febrero, lo que obliga a extremar precauciones. Asturias recomienda el uso de la mascarilla en los centros sanitarios, al igual que Aragón, que plantea imponer la obligatoriedad si la curva de contagios sigue al alza. Mientras, Castilla-La Mancha no se plantea restricciones.
Algunas autonomías están poniendo restricciones; Sanidad busca aplicar un protocolo común
En este contexto, el Ministerio de Sanidad ha pedido a las comunidades que se sumen antes del 1 de diciembre al protocolo común contra los virus respiratorios que no pudo aplicar la temporada pasada por el rechazo del PP. En una carta a los consejeros de salud, la ministra Mónica García enfatiza la necesidad de “ofrecer respuestas coordinadas y reproducibles en todo el territorio, reforzar la confianza ciudadana y reducir los riesgos, los ingresos hospitalarios y la mortalidad”.
Según la Semfyc, los equipos de atención primaria han comenzado a detectar un incremento significativo de cuadros respiratorios compatibles con la gripe –sobre todo del tipo A(H3N2)– “en un momento del año en el que tradicionalmente la circulación todavía era baja”.
Mientras en Europa y Asia se ha documentado una expansión creciente de subclado K del virus A(H3N2), en España todavía no existen datos definitivos. Si se confirma que el subclado K es predominante esta temporada, todo indica que es un virus más transmisible, aunque no más grave. Las alteraciones que presenta pueden dificultar el reconocimiento por parte del sistema inmunitario, tanto tras la vacunación como después de una infección previa.
Varias autonomías recomiendan mascarilla en centros de salud
“Cuando infecta a personas de riesgo –mayores, inmunodeprimidos o con enfermedades crónicas–, aunque el virus no sea más virulento sí puede causar más ingresos y complicaciones, porque afecta a personas que parecían protegidas por la vacuna y no lo están por los cambios antigénicos del virus”, afirma José M. Molero, portavoz del grupo de trabajo en enfermedades infecciosas de la Semfyc.
Esta entidad remarca la importancia de seguir vacunándose: “La vacuna es efectiva a partir de la segunda semana y es previsible que le pico epidémico llegue a finales de diciembre, coincidiendo con reuniones familiares que aumentan la transmisión”.


