Las Claves
- La fiscal jefe de Barcelona investiga a Ramón Flecha y al grupo CREA por presuntos abusos sexuales y laborales durante tres décadas.
- Una auditoría de la Univers
Neus Pujals, la fiscal jefe de Barcelona, ha dispuesto el inicio de una indagación sobre las sospechas de abusos sexuales y laborales supuestamente perpetrados por el docente de la UB, Ramón Flecha, y sus allegados, a lo largo de tres décadas. Hace pocos días, la Universitat de Barcelona (UB) dio a conocer las conclusiones de una auditoría interna sobre comportamientos descritos por el rector Joan Guàrdia como “muy graves” que habrían sido realizados por Flecha y los líderes de la organización que él mismo creó, CREA. Dicho colectivo fue calificado como “grupo coercitivo de alto control”.
Específicamente, se iniciarán las investigaciones en relación con los supuestos delitos de coacción sexual, psicológica, abusos, explotación, ultrajes y hostigamientos.
El inicio de las actuaciones constituye la etapa anterior a un procedimiento que concluye con la interposición de una denuncia o querella, o bien con su sobreseimiento. De acuerdo con informantes de la Fiscalía, las pesquisas serán gestionadas por un fiscal experto en agresiones sexuales. Este departamento es de reciente fundación e iniciará sus labores el 8 de enero.
Durante la semana anterior, la UB dio a conocer un reporte institucional que presentaba evidencias de actos irregulares “muy graves”
Si la fiscalía resuelve interponer una querella por la totalidad o parte de los ilícitos referidos, el caso se remitirá a uno de los cinco juzgados expertos en violencia de género de Barcelona, que deberá resolver si acepta la instrucción del proceso y si finalmente lleva a juicio o no a Flecha y/o a otros integrantes de CREA.
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La existencia de una instancia judicial centrada en agresiones de índole sexual resulta viable tras la reforma normativa del pasado abril, la cual autoriza la extensión de las atribuciones de los juzgados de violencia sobre la mujer. Si bien antes estas sedes únicamente gestionaban episodios de maltrato en el vínculo sentimental, en la actualidad podrán procesar delitos de violencia de género ajenos a la relación, situaciones de sometimiento, excesos de autoridad o inequidad sistémica.
CREA recibió acusaciones en 2004 y 2016 por operar como una organización sectaria, y el ministerio público decidió cerrar el expediente.
Estas constituyen las etapas iniciales del procedimiento legal. CREA recibió acusaciones en momentos previos, específicamente en 2004 y 2016, por actuar como grupo sectario y la fiscalía optó por archivar el expediente.
La UB comunicó, en el fallo emitido la semana anterior, que actuará como acusación particular si finalmente se inicia un proceso penal. Una jornada tras la decisión del rector, que comienza una indagación histórica en el entorno académico, el colectivo CREA optó por disolverse.
El dictamen del rector tuvo lugar tras cuatro meses de indagaciones por parte de un comité de especialistas designado por él sobre las acusaciones de once individuos (a los que posteriormente se añadieron cinco adicionales). Antes de finalizar el proceso, dicho grupo decidió entregar un reporte inicial al rector debido a los testimonios de los afectados, quienes detallan de forma constante una dinámica idéntica de presunta coacción. Las pesquisas proseguirán integrando los testimonios pendientes de las víctimas, las versiones de los acusados y diversas evidencias complementarias.
El documento de los peritos (tres profesionales capacitados en violencia de género y hostigamiento institucional) presenta una evaluación pericial psicológica acerca de la credibilidad de las declaraciones.
Asimismo, la UB acordó tramitar dos expedientes de carácter disciplinario que suspenden de sus labores a dos profesores de la UB y anular el nombramiento honorario de una catedrática ya jubilada.
