El caso de Juana Rivas ha vuelto a sacudir la actualidad tras la reciente entrega del hijo menor a Francesco Arcuri en Granada. La polémica sigue encendida y ha generado una gran repercusión social y mediática. Para analizar las claves y controversias de este caso, hablamos con Albert Molins, periodista de sociedad en La Vanguardia.
Molins no duda al señalar quién sufre verdaderamente en medio del enfrentamiento judicial y mediático: “La principal víctima de todo este caso es el niño”. Recordando el informe que precedió a la entrega del menor, el periodista lo califica sin rodeos: “ha sido demoledor, realmente muy duro”.
El interés superior del menor debería ser la prioridad en cualquier disputa conyugal o exconyugal, según establece la ley. Sin embargo, Molins insiste en que en el caso de Daniel –el hijo menor de Juana Rivas, de 11 años– no ha sido así: “Tiene que prevalecer siempre el interés superior del menor. Y en este caso, parece bastante meridiano que no ha sido así”.
El periodista subraya la gravedad de la situación vivida por el niño: “Daniel lleva viviendo esta situación desde que tenía tres años. O sea, lleva ocho años sometido a una presión, a una disputa entre sus dos padres, absolutamente horrible”. Molins expresa su preocupación por las consecuencias emocionales de este conflicto prolongado: “No quiero imaginarme ahora mismo cómo se siente Daniel, en qué estado está, emocional, psíquico, porque tengo la sensación… que es un chaval que lo tiene crudo”.
Responsabilidad de los adultos y el papel de la justicia
Molins lamenta que sean los padres quienes, en primer término, deban anteponer el bienestar del hijo pero no lo hayan hecho: “Los primeros que deberían poner por encima de todo el interés superior del menor… son los propios padres. Pero es evidente que los padres no lo han hecho y cuando los padres no lo hacen, es la justicia la que debe dirimir la cuestión”.
Así, recalca que el sistema judicial debería proteger el bienestar emocional y psíquico del menor, especialmente en circunstancias tan difíciles y duraderas.
La entrega del menor, mediada por un fuerte debate público y una gran atención mediática, ha vuelto a poner en el centro el papel de la sociedad y los medios en casos de alta sensibilidad. El caso de Juana Rivas seguirá generando polémica, pero, como recuerda Molins, es fundamental no perder de vista quién es la verdadera víctima de esta historia.