Los seis tipos de usuarios del teléfono móvil: ¿Cuál eres tú?

Usos de la tecnología

No todos los usos del móvil son iguales ni tienen las mismas consecuencias: los niveles de ansiedad son particularmente altos entre quienes lo hacen servir de un modo impetuoso o para evadirse de la realidad

El smartphone se ha convertido en la principal vía de acceso a internet en las sociedades occidentales

El smartphone se ha convertido en la principal vía de acceso a internet en las sociedades occidentales

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El último libro de sociólogo norteamericano Jonathan Haidt, La generación ansiosa, ha generado un cierto revuelo al apuntar de manera directa a los móviles como la causa del declive de la salud mental de los adolescentes. En la misma línea, la Asociación Española de Pediatría insta a atrasar hasta los 6 años la exposición a las pantallas. El reciente informe del Comité de Personas Expertas para el desarrollo de un entorno digital seguro para la juventud y la infancia se hace eco de esta recomendación, y añade que, hasta los 16, es mejor un dispositivo móvil sin conexión a internet.

No obstante, el debate científico sigue abierto. Así, un estudio de la Universidad de Oxford reconocía que el móvil explicaba la variación negativa en el bienestar de los adolescentes solamente en un 0,4 %. Una influencia similar, por ejemplo, a lo que les puede suponer llevar gafas.

Motivos para la preocupación

The ChatGPT app icon is being displayed on a smartphone among other AI-powered applications in this photo illustration in Brussels, Belgium, on February 16, 2024. (Photo Illustration by Jonathan Raa/NurPhoto via Getty Images)

Un estudio de la Universidad de Oxford reconocía que el móvil explicaba la variación negativa en el bienestar de los adolescentes solamente en un 0,4 %

NurPhoto / Getty

El smartphone se ha convertido en la principal vía de acceso a internet en las sociedades occidentales. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística, en 2023 el 92 % de la población española entre 16 y 74 años utilizaba este dispositivo para acceder a internet. Un estudio de 2025 revela que el 70 % de los menores entre 10 y 15 años tiene un móvil inteligente, cifra que alcanza el 96 % a los 15.

La observación de la realidad permite identificar motivos para la preocupación sobre el impacto del móvil en la salud mental. El elevado tiempo dedicado a esta pantalla, el acceso a contenidos nocivos o a situaciones de riesgo, el FOMO (siglas de fear of missing out o miedo de perderse algo) que genera la actividad constante en redes sociales o la exposición insistente a imágenes de vidas y cuerpos idealizados son algunos de ellos.

Seis tipos de usuarios

No obstante, uno de los problemas para poder establecer relaciones causales entre el móvil y la salud mental es la dificultad de contar con estudios longitudinales (a lo largo del tiempo). Para paliar este déficit, una investigación del grupo Jóvenes en Transición del Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra, financiado por el Observatorio Social La Caixa, ha seguido durante cuatro años a una cohorte de jóvenes españoles de entre 18 y 22 años.

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Uno de los hallazgos es que el impacto del móvil en el bienestar depende en gran medida de para qué se utilice. Los datos del estudio dibujan seis tipos de usuarios definidos por las actividades que realizan con su dispositivo: organizarse, estudiar, controlar la salud, comunicarse, informarse, curiosear, consumir porno, apostar, expresar afecto, evadirse o entretenerse.

Pese a que la mayoría de los participantes mostraban síntomas de un uso problemático, un concepto actualmente en discusión, los niveles de ansiedad son particularmente altos entre los hiperconectados, impetuosos y escapistas. Estos últimos, además, muestran una autoestima y una felicidad más baja, así como un menor índice de satisfacción. Los organizados, por el contrario, presentan mayor nivel de autoestima y de felicidad y mejores índices de satisfacción con el trabajo, la familia y el ocio.

El factor del autocontrol

Un adolescente con su teléfono móvil en la cama

La variedad de usos posibles del móvil está limitada por su menor autonomía vital

Maria Sbytova/iStockphoto

Además de sumarse a las numerosas evidencias que apuntaban a que el tiempo de pantalla no era suficiente para explicar un impacto negativo en el bienestar, el estudio apunta al tipo de uso. Y aporta otro aspecto clave: el autocontrol, más fuerte entre los moderados y particularmente débil entre los hiperconectados.

Estos dos aspectos son relevantes en el caso de los adolescentes, un grupo de edad que suscita una preocupación especial por su especial afinidad al móvil. Su capacidad de autocontrolarse está todavía en desarrollo, lo que potencialmente incrementa el riesgo. Este puede manifestarse de manera especial en los usos más arriesgados, de particular atractivo para este grupo de edad, como el consumo de pornografía o las apuestas.

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Por otra parte, la variedad de usos posibles del móvil está limitada por su menor autonomía vital. Esto hace que las motivaciones asociadas al trabajo tengan menos importancia frente al ocio, el entretenimiento, la evasión o la socialización.

Y tampoco se puede obviar que el autocontrol está vinculado, en el proceso de madurez, al conocimiento y la valoración de uno mismo. En esta línea, un estudio reciente ha analizado cómo usan los adolescentes los filtros para modificar su imagen, así como su relación con la satisfacción con su cuerpo, llegando a la conclusión de que la sobreexposición a imagenes idealizadas en esta edad puede tener consecuencias negativas sobre su autoestima y autoaceptación. De hecho, ya existen iniciativas que limitan la utilización de filtros en creadores de contenidos.

Los retos que plantea esta especial convivencia de los adolescentes con el consumo móvil de internet son numerosos. Es importante asegurar que el contexto familiar, educativo y social es consciente de los matices para evitar tanto las medidas excesivamente restrictivas como las laxas. También es necesario continuar con los esfuerzos en investigación para aportar evidencias que permitan tomar decisiones.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Charo Sádaba Chalezquer forma parte del grupo del ICS de la Universidad de Navarra, Jóvenes en Transición. El proyecto “Consumo digital y bienestar psicológico en jóvenes españoles (2019-2023)”, ha sido financiado por el Observatorio Social la Caixa.

The Conversation
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