“Hay que crear entornos que empoderen a las personas con demencia para que sean lo más independientes posible”: los beneficios del método Montessori en mayores
Longevity
La aplicación de esta pedagogía a edades avanzadas busca transformar el enfoque tradicional de atención, promoviendo la autonomía y la dignidad de la persona
El método Montessori tiene muchos beneficios en las personas mayores.
Después de años trabajando en residencias de personas mayores, Alicia Chica García, psicóloga, gerontóloga y asistente de Guía Montessori, empezó a sentir una gran frustración al ver como, pese al esfuerzo y buena voluntad del personal, faltaban herramientas que realmente dignificaran el día a día de quienes vivían allí. “Me dolía ver la apatía, la desmotivación, la sensación de inutilidad en personas que habían llevado vidas llenas de propósito. Había una desconexión profunda entre lo que necesitaban y lo que se les ofrecía”, explica.
Fue entonces cuando descubrió la pedagogía Montessori, inicialmente en su versión para infancia, y formándose, algo en ella hizo clic. “Entendí que esa filosofía no solo respetaba los ritmos y potenciales de cada niño, sino que podía, con las adaptaciones necesarias, aplicarse también a las personas mayores, incluso a aquellas con deterioro cognitivo”, cuenta.
A esta conclusión llegó también el doctor Cameron J. Camp a finales de los años setenta. Referente internacional en intervenciones para la demencia, es reconocido por su labor pionera en aplicar el enfoque Montessori para mejorar la calidad de vida de personas con trastornos de la memoria. En un artículo publicado en 2013 describe que su primer contacto con los materiales Montessori ocurrió mientras trabajaba con su hija, quien tenía dificultades de aprendizaje.
“Conocí los materiales y la pedagogía Montessori al mismo tiempo que comencé a trabajar extensamente con personas con demencia en centros de atención diurna para adultos, y vi las conexiones de inmediato”, explica a La Vanguardia. Fue trabajando en el Myers Research Institute de Menorah Park Center for Senior Living en Beachwood, en Ohio, cuando Camp empezó en los noventa a crear actividades basadas en el método Montessori para personas con demencia.
Vi sonrisas donde antes había apatía, y entendí que Montessori no era solo una metodología
Estas actividades son diseñadas para mantener o mejorar habilidades necesarias en la vida diaria, proporcionando así estimulación a nivel cognitivo. Pero no solo. “El enfoque Montessori enfatiza el uso de las capacidades del individuo en lugar de centrarse en los déficits y en tratar la demencia como un proceso patológico”, cuenta Cameron, y se diferencia de otros en que enfatiza las capacidades de las personas con demencia para reaprender habilidades, así como para aprender habilidades nuevas.
Cuando Alicia Chica empezó a aplicar esta mirada con personas mayores, los cambios fueron tan evidentes que ya no hubo vuelta atrás: “Vi sonrisas donde antes había apatía, vi manos ocupadas con intención, vi a personas reencontrándose con su autonomía. Ahí entendí que Montessori no era solo una metodología, era una manera de cuidar, de mirar al otro”.
Una forma de abordar la vida
Jennifer Brush siempre ha estado en contacto con esta pedagogía: fue una niña Montessori, y su hija también asistió a una escuela Montessori durante diez años. Brush ha dedicado también su camino profesional a esta forma de aprendizaje creada por María Montessori a principios del siglo XX: a lo largo de la mayor parte de su carrera, se ha centrado en crear intervenciones y realizar investigaciones relacionadas con el uso terapéutico del entorno físico. “Mi objetivo ha sido crear entornos que empoderen a los adultos mayores, y específicamente a las personas que viven con demencia, para que sean lo más independientes posible”, dice.
Experta en cuidado de la demencia, autora y formadora internacional, Brush recuerda que Montessori no diseñó entornos para personas mayores, pero investigadores, clínicos y arquitectos han contribuido a una amplia base de evidencia que ha dado lugar a directrices para el cuidado del envejecimiento y la demencia. “Mi trabajo combina la filosofía de aprendizaje y vida de María Montessori con las mejores prácticas de atención centrada en la persona para el envejecimiento y la demencia. Gracias a muchos años de experiencia como logopeda, investigadora, madre Montessori y educadora, he implementado con éxito la filosofía Montessori en cuidados de larga duración y hogares individuales en todo el mundo”, explica.
El enfoque Montessori enfatiza el uso de las capacidades del individuo en lugar de tratar la demencia como un proceso patológico
Esta pedagogía a edades avanzadas busca promover la autonomía y la dignidad de la persona.
María Montessori centró su pedagogía en el tramo de tres a seis años, pero su método supone una forma distinta de mirar y observar que sirve para todo el mundo, a cualquier edad, exista o no una patología o una discapacidad. “Todas las personas queremos llenar nuestros días con cosas que realmente nos importen, por eso es tan importante conocer bien a cada mayor y colaborar con la persona (y con su familia y amigos cuando sea necesario) para crear un plan de participación significativa que ofrezca oportunidades de realizar trabajos que realmente tengan valor para esa persona”, explica Brush.
Rodrigo Núñez dejó en 2018 su trabajo en un hospital para llevar la pedagogía Montessori a las personas mayores. “Empezamos trabajando en los domicilios, haciendo intervenciones para transformar los ambientes, mejorar la relación de los cuidadores”, cuenta. Tras unos años de asistencia domiciliaria, impulsaron la Casita de Inés, un espacio inspirado en un hogar que fomentaba las relaciones sociales y que no parece una institución para enfermos, sino un hogar para socializar y convivir. La casita de Inés estuvo abierta durante tres años, pero distintas situaciones personales llevaron a Núñez a transformar su proyecto en un espacio formativo para quienes desean incorporar esta pedagogía. “La mirada Montessori encaja por y para cualquier persona”, señala en la misma línea que Brush.
Implementar este enfoque también tiene sus retos, sobre todo en el caso de personas con demencia o discapacidades. Según el doctor Cameron J. Camp, ocurre que este modelo de cuidado desafía los modelos tradicionales de atención y las suposiciones sobre las personas con este tipo de casuística. “Suele utilizarse en estos casos un modelo médico-hospitalario o un modelo en el que las personas están internadas”.
¿Qué ocurre? Que, como cuenta Camp, una persona con demencia desea lo mismo que una persona sin demencia: vivir en un hogar con sus propias cosas; conocer a sus vecinos y poder llamarlos —y ser llamado— por su nombre; ser parte de una comunidad y participar en sus actividades; tener un sentido de propósito y significado en la vida; y estar conectada con el mundo en general. El enfoque Montessori proporciona todo esto, y enfatiza la importancia de brindar opciones y autonomía a las personas con demencia: “Es un cambio tan radical que, como todo cambio, inicialmente se encuentra con resistencia hasta que el personal y los directivos comienzan a ver sus beneficios”, lamenta el experto.
No solo se trata de un ambiente preparado
Para Alicia Chica es importante destacar que un ambiente preparado para mayores es mucho más que un espacio bonito o funcional. Es un entorno pensado con intención, que se adapta a la persona, y no al revés. “En el caso de las personas mayores, un ambiente Montessori tiene que ser accesible, comprensible y significativo”, dice. Eso supone, según explica, que los objetos que les rodean deben invitar a la acción, estar al alcance, tener un propósito claro y estar organizados de manera que puedan entenderse fácilmente, incluso por alguien con deterioro cognitivo.
Pero el ambiente no es solo físico: también es emocional. “Un ambiente preparado es aquel en el que la persona se siente segura, respetada, escuchada. Es donde hay tiempo para esperar, para observar, para acompañar sin invadir. Donde se fomenta la autonomía sin presionar, y donde se tiene muy presente la historia de vida de cada persona”, cuenta Chica.
Las actividades prácticas deben ser accesibles para los mayores las 24 horas del día, y deben sentir que el espacio les pertenece
Jennifer Brush recuerda que la pedagogía Montessori permite a los mayores ser lo más independientes posible del cuidador: “El entorno preparado está diseñado para facilitar la máxima independencia y exploración. Las actividades prácticas y materiales deben ser accesibles para los mayores las 24 horas del día, y las personas deben sentir que el espacio les pertenece”.
Estados Unidos, Francia, Australia, Francia, Inglaterra, Eslovenia, Polonia e Italia son países en los que se ha implementado este enfoque para mayores. En España también hay iniciativas en este sentido, aunque aún son modestas, y la mayoría parten de personas comprometidas con el cambio en la forma en la que vivimos y nos relacionamos a lo largo de la vida. “Quizás pocos usan la palabra Montessori, pero muchos nos englobamos dentro de lo que llamamos Atención Centrada en la persona”, señala Rodrigo Núñez.
La fundación Matia, por ejemplo, trabaja en esta línea desde 2010. Una de sus investigadoras, Cristina Buiza, ha realizado diversos estudios sobre este cambio en la atención. En el grupo Amavir existe un proyecto llamado Guiados por ti que encaja con la idea de María Montessori, que decía: “El niño, guiado por un maestro interior, trabaja infatigablemente […] Nosotros, educadores, solo podemos ayudar a la obra ya realizada”.
Alicia Chica trabaja actualmente como psicóloga en una residencia de personas mayores. Aunque no es un centro específicamente Montessori, procura aplicar esta filosofía en su acompañamiento diario. “La forma en que me acerco, cómo escucho, cómo observo, cómo me relaciono con cada residente... Todo eso forma parte del enfoque Montessori. Y en ese sentido, puedo decir que practico esta metodología incluso en contextos que no están diseñados específicamente para ello”, sostiene.
Una parte fundamental de su labor está también en la formación. Desde el Centro de Psicología y Espacio Montessori FamiliarMente, imparte formaciones presenciales y online dirigidas a profesionales del ámbito geriátrico —terapeutas ocupacionales, psicólogos, auxiliares, familias cuidadoras— que quieran transformar el cuidado. “Para cambiar la forma en la que cuidamos, tenemos que empezar por transformar la mirada de quienes cuidan”, concluye.