Analía Plaza, autora de un retrato polémico sobre los ‘baby boomers’: “La vida cañón es la que tienen los jubilados con una buena pensión, poder adquisitivo, la casa pagada y los hijos colocados”

Longevity

Plaza, periodista, acaba de publicar su primer libro, ‘La vida cañón. La historia de España a través de los boomers’ en el que hace un retrato generacional de los boomers no exento de controversia

Analía Plaza, periodista

Analía Plaza, periodista

Alba Vigaray

“La vida cañón es la vidorra que se están pegando Búmer Bumérez y Charo Chárez ahora mismo. Si ya están jubilados, porque les ha quedado una buena pensión; si están a punto, porque no tienen malos sueldos, su casa está pagada y los hijos ya están colocados. Por grupos de edad, los mayores de 65 y 75 años son los más ricos de España, seguidos de cerca por los mayores de 55. Esto sucede porque son, en su mayoría, propietarios de sus viviendas, que se han revalorizado muchísimo con el tiempo”. Lo dice la periodista Analía Plaza (Madrid, 1989) en la nota de prensa de promoción de su primer libro, que se acaba de publicar. 

El volumen se titula así, La vida cañón. La historia de España a través de los boomers (Temas de Hoy), y quiere ser un retrato generacional de quienes hoy tienen entre 48 y 68 años, aproximadamente. Desde el punto de vista de alguien de menos de 40 años y con mucha retranca en su relato —además de muchos datos y entrevistas—, Plaza ha generado polémica aunando datos relativos a las vidas de jóvenes y mayores, sobre pensiones y sueldos, trayectoria laboral, espíritu de queja, propiedades inmobiliarias…  ¿Tienen culpa los babyboomers —con casa pagada— de la dramática precariedad que vienen millenials y generación Z? La autora responde a La Vanguardia. 

Lee también

‘Boomers’, la generación que renace a pesar de las críticas: “Nos sentimos jóvenes, pero trabajamos en un sistema que no encaja”

Rosanna Carceller
Con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2022, un total de 6,3 millones de varones y 6,4 millones de mujeres son baby boomers. Esto significa que el 26 % de la población española

Su libro hace un repaso sobre cómo han llegado los boomers donde están, pero ha generado polémica por el tono o las comparaciones intergeneracionales. 

No, mi libro no es en contra de los boomers. Es la historia de España detrás de los boomers. He tratado de hacer un retrato de la generación para entender su trayectoria laboral, familiar, cómo han podido comprar sus viviendas, qué condiciones se habían dado para que tuvieran esas carreras laborales tan largas, cómo montaron sus familias, qué pasó cuando se divorciaron, en qué papel quedaron las mujeres…  Los boomers no tienen la culpa de haber crecido en las condiciones que han crecido, lo último que hace el libro es ir en contra de nadie.

Muchas voces han interpretado que señala a los mayores como culpables de la precariedad en la que vienen los millennials y que atiza la guerra generacional o da argumentos para ella...

No, no es así. En estas 272 páginas he tratado de preguntarme qué condiciones han permitido que ellos tengan este tipo de vida y he tratado de poner un poco las consecuencias, las herencias. Una de las frases del final del libro dice que los boomers no son culpables de ser tantos ni de las condiciones que les han permitido estar hoy donde están y tener las carreras laborales y las viviendas que tienen.

La razón de la desigualdad entre generaciones son las políticas públicas 

Analía Plaza

Dice que “el resentimiento hacia esta generación ha aumentado”. En España influencers ultraliberales cargan contra las pensiones de jubilación, en Estados Unidos “se los pinta como una panda de egoístas sociópatas que han disfrutado de los años florecientes económicamente”, leemos en su libro, en Reino Unido se les culpa del Brexit… ¿El odio a esta generación se extiende a nivel global?

En Estados Unidos se publicó el libro A Generation of Sociopats, van más fuertes que yo. En Reino Unido hubo el boomer blaming sobre el Brexit, sí. Ha existido esto a nivel internacional, pero en España se utiliza esto a la contra. Es el rollo de “oye, no culpéis a los boomers de todos los males”, creo que para evitar hablar del tema de las pensiones. Es una especie de tema tabú, sobre todo desde los círculos de izquierda no se puede ni mencionar que hay déficit en la seguridad social porque sería atacar a las pensiones y a los pensionistas.

Pero al contraponer datos sobre cómo viven los boomers (con capítulos como “el casero boomer” exponiendo que más del 80% de boomers propietarios de su vivienda) con la precariedad de las generaciones más jóvenes, se hace una especie de relación causa-efecto…

Yo creo que simplemente señalar la desigualdad es mucho más compleja que un causa-efecto. La desigualdad existe.

Seguro, pero ¿quizá el responsable de la desigualdad entre generaciones son las políticas públicas que se hacen, y no las otras generaciones que están mejor?

Exacto. La reacción contra el libro la he comprobado estos días, también en Twitter, con los boomers ofendidísimos. Me recuerda a cuando se empezó esta nueva ola del feminismo y se hablaba de la brecha económica entre hombres y mujeres y un montón de señores salieron a decir “es que parece que es mi culpa”. Y es como, “hombre, señores, es más complejo que todo es”. O sea, no es un causa-efecto. Eso es una interpretación, porque yo no lo digo así. Esta es la primera reacción siempre cuando señalas una desigualdad y señalas al que está por encima. Pero la razón de la desigualdad son, como dices, las políticas públicas, y eso se explica en el libro.

La reacción contra el libro la he comprobado estos días con los boomers ofendidísimos

Analía Plaza
Analía Plaza, periodista

Analía Plaza, periodista

Alba Vigaray

Explica que más del 80% de los mayores de 65 son propietarios. Escribe: “dado que los boomers son un grupo de votantes muy numeroso e importante porque votan más que los jóvenes, existe la teoría de que ni el PSOE ni el PP tienen intención alguna de resolver el problema de la vivienda. Primero, porque para los boomers no es un problema. Segundo, porque son los caseros”. Entonces… ¿que los jóvenes no puedan acceder a la vivienda sí tiene que ver con la bonanza de los boomers?

No. Lo que marcó la dificultad de acceso para los jóvenes fue la crisis inmobiliaria, empezaron a perder poder adquisitivo y ahorro, y un cambio bancario clave —no financiar más del 80% del valor— que te obliga a ahorrar el 20% de entrada. Incluso con un sueldo razonable, ese 20% expulsa a mucha gente. Además, la vivienda se convirtió en un activo rentable y subió de precio: eso tampoco tiene que ver con “los boomers” como tales. Sobre “el casero”, en el capítulo cito datos y estudios —algunos de entornos del sindicalismo de inquilinos, y uno del Ayuntamiento de Barcelona— que analizan la estructura de la propiedad para saber quién es el casero. Uno de estos estudios habla de la estructura de la propiedad. Solo el 10% de los hogares reciben rentas por alquiler, es decir, no hay muchos caseros. Por lo tanto no se puede decir “es culpa de los boomers”. También se observa que el casero es más rico que la media, porque tiene más ingresos, hay un corte de clase (aunque no es millonario, está por encima de la media). Y además, hay una posibilidad que estas personas sean mayores de 55 años, lo saco de un informe de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal), que dice que hay posibilidades de que el casero tenga más de 55 años. O sea, no todos los boomers son caseros, pero existe una posibilidad que el boomer sea casero.

No todos los boomers son caseros, pero existe una posibilidad que el boomer sea casero

Analía Plaza

¿Cómo es “la vida cañón” que da título al libro? Explíquenos algo más que lo que menciona en la nota de prensa de promoción del libro…

La vida cañón es la que tienen una cohorte de seniors, los relativos a la llamada economía silver, que son mayores de 55, de 60 o de 65, que tienen una buena calidad de vida, poder adquisitivo, la casa pagada y a los hijos colocados, y estás o bien recién jubilado con una pensión buena, porque has tenido una buena carrera laboral y estable. Como tienes buena calidad de vida, estás viajando, porque quizás no viajaste mientras criabas a tus hijos (porque tampoco estaba tan popularizado el tema de los viajes internacionales); estás tirando del consumo y de hecho esto, las consultoras lo explican, el perfil del senior disfrutón. También lo apoyo en aspectos como el Imserso, que existe, aunque muchos boomers de este perfil lo consideran una cosa de viejos. Sobre las pensiones se decía que “sostienen las familias cuando todo va mal”, o que son muy pequeñas... Pues bien, estos días, justamente he leído una entrevista al Secretario de Estado de la Seguridad Social, que me da la razón: decía que las pensiones son dinamizadoras de la economía porque los jubilados consumen y gastan…

O sea que las pensiones deben contribuir a poder tener “una vida cañón”…

Bien, esto es un título caricaturesco, pero el perfil del jubilado que disfruta existe.

Hay vidas boomer que son poco “cañón”: abuelos sosteniendo cuidados por la precariedad de sus hijos, edadismo en las empresas y mayores de 55 que no encuentran empleo, pensiones que no llegan para pagar el alquiler…

Claro. Hay 14 millones de boomers, yo he trazado diferentes perfiles. Los abuelos que ayudan a hijos y nietos son más mayores, quizá, yo no lo he tratado. Yo he explicado, eso sí, lo familiarista que es nuestro Estado del bienestar, se delega protección social en las familias. Ese mantra de “las pensiones sostienen a la familia” quizá deba abrir otro debate: ¿queremos construir un Estado del bienestar que no dependa tanto de la familia, para el cuidado de los niños ni, de vuelta, para pagar la residencia del abuelo?

Ese mantra de “las pensiones sostienen a la familia” quizá deba abrir otro debate sobre un estado del bienestar que no dependa tanto de la familia 

Analía Plaza
Lee también

Josep Carné, activista por las personas mayores: “Ni cobrando la pensión más alta se puede pagar una residencia privada”

Rosanna Carceller
Josep Carné, presidente de FATEC

¿Qué le parece el edadismo empresarial y la situación de las personas de 55–65 que se quedan fuera del mercado laboral?

Este tema de “despedido a los 55” yo no lo toco tanto, hablo de la crisis y de los que fueron despedidos a los 55 en aquel momento. Esa desazón sí que la cuento, personas que se quedan perdidas cuando están en su mejor momento, cuando eso no estaba previsto. Lo cuento con testimonios que ahora tienen 65 y pasaron por eso. El desempleo de mayores durante la crisis fue horroroso y ahora esto es menor en España, pero efectivamente, afecta más a los mayores de 55 años.

“Yo corría delante de los grises”, es la épica boomer, la típica frase sobre cómo se protestaba antes… ¿Está de acuerdo con que ahora se protesta menos, o es una percepción errónea?

Ese “yo corría delante de los grises” es un mantra boomer, si miras cuándo dejaron de llevar uniforme gris, no todos corrieron: muchos eran niños. Sí, hubo luchas muy serias —reconversión industrial, el fin de la minería, barricadas; en Bilbao incluso murió una persona—, con masas laborales muy grandes, muy masculinizadas y sindicatos fuertes. Organizar la protesta era más fácil, con 5.000 personas en el mismo puesto. Hoy el mapa laboral ha cambiado: los sindicatos perdieron poder porque las realidades laborales han cambiado. El “proletariado” ahora se parece más a una mujer inmigrante que encadena casas limpiando.

Hay una glorificación de la queja de la generación boomer, no todos corrieron delante de los grises

Analía Plaza

Y en cuanto a la queja de ahora, explica que en 2024, en las marchas por vivienda, apenas había boomers, y en las de pensiones, apenas jóvenes… ¿Cada uno a lo suyo?

Hay una glorificación de la queja de la generación boomer, no todos corrieron delante de los grises. Los jóvenes también se han manifestado por el derecho a la vivienda, o en el 15-M. Y también puede haber una “boomerización” millennial: “yo estuve en el 15M”… quizá pasaste por allí, pero te lo apropias. Todas las generaciones tienden a decir “yo también lo peleé”. Lo más transversal que ha habido en cuanto a movimiento es el feminismo.

Hablemos de lenguaje. Dice que muchos no se ven “viejos” ni “abuelos” y que “seniors” es una fórmula sofisticada de empresas y medios para camelárselos... La nueva longevidad en buen estado de salud nos obliga a usar nuevas palabras ¿Le parece más adecuado hablar de “viejos” o “abuelos” (aunque no lo sean)?

“Boomer” me parece preciso para una generación concreta: nace del baby boom, en España entre 1957 y 1977 (yo me quedo aproximadamente hasta 1970 porque tienen rasgos culturales y económicos distintos). Es verdad que “boomer” tiene otras connotaciones —el “ok boomer”—, aunque no lo veo un insulto; a veces se usa con ironía para señalar a alguien desfasado tecnológicamente…

Lee también

Muy positivo no es…

No es en tono malo… Bien… para el colectivo, pues “jubilado” también es preciso por estatus laboral, aunque no siempre aplica. Lo de “seniors” en el libro lo utilizo con ironía porque forma parte del lenguaje de la silver economy. Si “séniors” te funciona periodísticamente para no llamar “viejo” ni “abuelo” a quien no lo es, pues está bien, pero es una palabra para camelártelos.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...