La palabra ‘narcisista’ se usa, a menudo, muy a la ligera, sin llegar a profundizar realmente en lo que significa ser una persona narcisista y qué distinciones se dan en estos casos. Cuando se habla de este tipo de perfil se hace referencia a alguien que muestra un claro exceso de confianza y que se cree poseedor de grandes habilidades y capacidades, usualmente por encima de la mayoría. Sin embargo, no es lo mismo aquel que manifiesta una personalidad narcisista o el que padece un trastorno narcisista de la personalidad, según apunta la psicóloga Laura Palomares Pérez. Ambos se diferencian en que el trastorno narcisista de la personalidad es mucho menos frecuente, ya que afecta tan solo a un 1%, aclara la especialista, e interfiere en la vida de quien lo manifiesta. Y esto ya se puede percibir desde la niñez.
Una persona con trastorno de personalidad narcisista no acepta ni tolera críticas, exagera sus logros y habilidades, requiere admiración constante y se mueve por una motivación egoísta, acorde a la descripción recogida en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (MDE), publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. Se desconoce el origen de este trastorno, pero puede originarse en edades tempranas, por lo que su detección precoz es fundamental.
Una particularidad de los trastornos de la personalidad, tal y como explica Jamie Cannon, experta en salud mental y en tratamiento del trauma, es que estos no se pueden diagnosticar hasta la edad adulta. El motivo es que tanto los niños como los adolescentes todavía se encuentran en plena fase de desarrollo de su personalidad. Por tanto, resultará más complicado detectar casos como el de una personalidad narcisista. No obstante, esto no significa que sea imposible ni mucho menos. De hecho, Jamie Cannon revela que existen ciertos patrones, que servirán a los padres como señales de advertencia, a la hora de identificar el narcisismo en los hijos.
¿Cómo saber si tu hijo muestra conductas narcisistas?
Los padres podrán fijarse en seis tipos de comportamientos para obtener pistas, cuando se perciban varios de ellos, de una posible tendencia narcisista en sus hijos, según la especialista Jamie Cannon. Una tendencia en auge a causa de los numerosos “índices de aprobación” actuales a los que está sometida la sociedad y que también afecta a los menores en su esfuerzo por encajar: “Eso deja a los niños en riesgo de desarrollar algunos rasgos poco saludables”.
Una de las conductas a las que deben prestar atención los padres es si estos se niegan a reconocer errores o características negativas. No asumen responsabilidades, no experimentan sentimiento de culpa y no reconocen sus fallos. En cambio, se muestran intolerantes a los errores de los demás, siendo este otro signo de alarma. Esto viene agudizado a su vez por una falta de empatía, que también caracteriza a las personas narcisistas. Jamie Cannon describe a este tipo de niños como incapaces de comprender las emociones de los demás.
Otra señal habitual es que no solo disfruten siendo el centro de atención, sino que caigan en actitudes egoístas cuando el protagonismo pasa a otra persona. La especialista añade un comportamiento más que se relaciona con la intolerancia a las perspectivas de los demás, lo que los llevan a tratar de imponer su punto de vista sin aceptar el de otros. Y, por último, la ira desproporcionada, que adopta la forma de arrebatos que se desencadenan en situaciones en las que sienten vergüenza o incomodidad.