Cuando una prótesis cardíaca estándar no tiene en cuenta las particularidades anatómicas de un paciente, puede quedar un pequeño espacio alrededor del implante y aparece una fuga. Esa fuga no es un detalle menor: puede provocar síntomas y empeorar la evolución clínica. “Queremos resolver este problema”, afirma Dabit Arzamendi, del Institut de Recerca del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, líder del proyecto CUMADE, que busca diseñar dispositivos a medida capaces de sellar esas fugas allí donde la prótesis de catálogo no encaja del todo. “Pasamos de la talla única al traje a medida para recuperar el sellado y la eficacia del tratamiento”, explica gráficamente Arzamendi.
Las prótesis actuales se fabrican en varias tallas, pero comparten la misma forma. Esta filosofía de talla única funciona para la mayoría de pacientes y hace viable la producción industrial. El problema aparece en una minoría con anatomías más particulares. En esos casos, los clínicos recurren a soluciones no específicas para “parchear” la situación. “Nuestro proyecto pretende ofrecer soluciones pensadas desde el origen para esos pacientes excepcionales, pero clínicamente muy relevantes”, defiende.
Para crear el modelo personalizado, se parte del estudio anatómico del paciente para generar un gemelo digital, una reconstrucción en 3D fiel de la cavidad cardiaca y del implante. Sobre ese gemelo se realizan simulaciones de flujo (cómo circula la sangre) y análisis mecánicos (qué fuerzas actúan sobre el dispositivo). Esto, según Arzamendi, permite iterar la geometría y la rigidez del diseño hasta obtener una pieza capaz de sellar la fuga de forma eficiente sin dañar los tejidos.
El proyecto está todavía en fase temprana. El equipo está reclutando pacientes y definiendo el núcleo del dispositivo. Y aunque hoy no sea viable fabricar millones de prótesis totalmente personalizadas, la rápida evolución de la impresión 3D abre una vía realista hacia series cortas bajo demanda.
Declaración de transparencia: Esta investigación está financiada por la Fundación “la Caixa”, entidad que apoya el canal de información científica Big Vang.
