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El vino de la semana: AA 10 del 2014 de Alta Alella-Art Laietà

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Desde esta bodega familiar de Alella afirman que este cava de larguísima crianza es la mejor añada que ha salido al mercado hasta la fecha. Es redondo y complejo, con cierta cremosidad. Destaca por la buena acidez y por la salinidad

AA 10 de la añada del 2014 

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Josep Maria Pujol-Busquets, el presidente y fundador de Alta Alella (que acaba de estrenar nueva identidad bajo el nombre de Art Laietà), no tiene dudas de que el AA 10 del 2014 “es la mejor añada que ha salido al mercado hasta la fecha”. Se trata de un cava Brut Nature Gran Reserva de añada, de la más alta gama. Desde la bodega de Alella lo describen como “un cava de colección con filosofía de gran vino”. Y se añade que “muestra la elegancia del paso del tiempo”.

Como su nombre indica, esta edición limitada tiene un mínimo de diez años de crianza en botella con sus lías. Es ecológico, con certificación, y apto para veganos. Se elabora con uvas de chardonnay cultivadas en una viña conducida en espaldera, plantada en suelos areniscos de granito descompuesto (sauló) a 170 metros sobre el nivel del mar.

Josep Maria Pujol-Busquets cosechando con su hija Mireia durante la última  vendimia 

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Sus suelos ácidos presentan un gran drenaje del agua. Desde la bodega manifiestan que esta zona les proporciona “unas uvas con unas características de acidez natural absolutamente excepcionales”. Se halla en la subzona Serra de Mar de la DO Cava, donde se obtienen, según esta bodega propiedad de la familia Pujol-Busquets, “unos cavas con una marcada personalidad, tanto por el frescor como para el potencial de envejecimiento”.

Es un cava sin licor de expedición, “sin maquillajes” afirman desde Alta Alella-Art Laietà. Añaden al respecto que mantienen la misión de “elaborar vinos y cavas transparentes”, unos productos que sean un fiel reflejo de su singular terruño. Vendimian sus uvas buscando conservar una sanidad “impecable” de las bayas, y también una acidez natural málica muy alta “típica de los grandes espumosos del mundo y que permite largas crianzas”. En su contraetiqueta figura tanto la fecha del degüelle como los meses exactos de su crianza en botella.

Imagen de la última vendimia en esta bodega familiar de Alella 

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La del 2014 fue una añada con un período vegetativo de las plantas (de marzo a septiembre) con pocas horas de insolación. Las lluvias y la elevada humedad hicieron que la maduración de las uvas fuera “muy lenta, dificultosa e irregular”, según Alta Alella-Art Laietà. Ello obligó a una meticulosa selección de las bayas, tanto a pie de viña como en la bodega. La pluviometría alcanzó los 600 mm. Anuales. Desde esta firma afirman que “fue una vendimia más propicia para la elaboración de vino blanco que de tinto, más atlántica que mediterránea”.

Para elaborar el AA 10 del 2014 se prensaron los granos enteros de forma muy suave. La primera fermentación alcohólica para elaborar el vino base se practicó en barricas de robre francés de grano fino, de Allier. Tras una corta crianza se embotelló para la segunda fermentación alcohólica y mantenerse con sus lías durante toda una década.

AA 10 del 2014 es de color amarillo pajizo con reflejos dorados, nítido y brillante. Presenta unas burbujas diminutas, que se desprenden de forma constante formando un perfecto rosario. En fase olfativa despliega notas que recuerdan a la pastelería, a la fruta de hueso madura (melocotón) y al pan ligeramente tostado, con un toque de caramelo de café. En nariz podría recordar a un champán. En fase gustativa se exhibe redondo y complejo, con cierta cremosidad.

Mesa de selección de las uvas en Alta Alella-Art Laietà 

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Pero por si algo destaca especialmente es por su excelente acidez y por su interesante salinidad final. Es sápido y señorial. Su carbónico y la crianza en madera están muy bien integrados, aunque sus burbujas aún se muestran vivaces pese a la muy larga crianza. En boca reencontramos la fruta madura de hueso, y también toques de frutos secos. Es sorprendente como ha conquistado el paso del tiempo manteniendo frescor y longitud.

Es ideal con pescados grasos como el rodaballo, pero también con un cabracho a la brasa. Incluso acompaña con excelencia carne Wagyu japonesa a la brasa, sobrasada de cerdo negro de Mallorca con bresca de miel, un arroz de cigalas del puerto de Vilanova i la Geltrú y gallo negro del Penedès, unos fetuccini alla puttanesca o unas ostras Rockefeller. A Josep Maria Pujol-Busquets le gusta especialmente con un plato de pulpitos de roca y guisantes de su Maresme natal.

AA 10 del 2014 maridado con un arroz de mariscos 

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La bodega Alta Alella ha iniciado recientemente una nueva etapa cambiando de identidad -han pasado a llamarse Art Laietà- en pleno proceso de crecimiento. Lo han anunciado como “un cambio estratégico”. El cambio de nombre se inspira en los layetanos, el pueblo íbero que habitaba en la costa de la provincia de Barcelona, entre los ríos Llobregat y Tordera, y cultivó viñedos ya hace más de 2.000 años. 

Quiere ser “un tributo a nuestros orígenes, al arte de hacer vino y a la singularidad de este paisaje único”. Aseguran que “Art Laietà sigue siendo el mismo proyecto vitivinícola, pero con una nueva manera de presentarnos al mundo”.

Sala de vinificaciones de Alta Alella-Art Laietà 

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Josep Maria Pujol-Busquets añade que “el cambio de nombre no es solo una cuestión de imagen, sino un paso más en nuestra filosofía y nuestra manera de entender el mundo del vino: vinos y cavas que reflejen al máximo la singularidad de nuestro terroir”.

El AA 10 del 2014 es la mejor añada que ha salido al mercado hasta la fecha”

Contributing WriterFundador y enólogo de Alta Alella-Art Laietà

Alta Alella la fundaron en 1991 el ingeniero técnico agrícola y enólogo Josep Maria Pujol-Busques con su esposa Cristina Guillén, quien dirige una tienda de vinos y licores en Badalona. Hoy Josep Maria Pujol-Busquets dirige sus bodegas con su hija, la bióloga, máster en agricultura ecológica y sumiller Mireia.

En España venden el 50% del total de su producción, que se eleva a las 360.000 botellas anuales. Exportan un 40% a 38 países de todo el mundo. Buscan la diversificación de sus mercados. Canadá, Estados Unidos y Suecia son sus tres principales feudos internacionales. 

Y un 10% de sus ventas proceden de su negocio enoturístico. Ofrecen, a poco más de 20 kilómetros de distancia de la ciudad de Barcelona y con vistas al mar, catas de vinos y cavas, maridajes, experiencias exclusivas o actividades familiares. Y cuentan con un bar de vinos donde ofrecen propuestas gastronómicas.

Durante la última vendimia festejaron 20 años elaborando vinos sin sulfitos añadidos en su bodega de Alella Celler de les Aus 

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En 2028 sumarán ya 83 hectáreas de viñedo plantado después de las últimas compras en Alella, Tiana y el Penedès (15 hectáreas). Han invertido 2,5 millones de euros en los últimos 3 años en la compra de viñedos, anunciando una inversión de 3 millones de euros para crear, entre 2026 y 2027, un nuevo gran centro de recepción de uvas para la elaboración de espumosos. 

Además, durante la última vendimia festejaron 20 años elaborando vinos sin sulfitos añadidos en su bodega de Alella Celler de les Aus. Elaboraron en 2006 el primer cava sin sulfitos de España, el Bruant.

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