En un momento en que la cifra de personas mayores en el mundo es cada vez más alta, hallar el elixir de la juventud es una meta común entre muchos investigadores.
Ahora, un importante ensayo clínico realizado por la Universidad de Zurich parece haber conseguido interesantes avances: sus autores afirman que la ingesta diaria de un gramo de omega-3 retrasa el envejecimiento.
Llegaron a esta conclusión tras observar que las personas mayores sanas que tomaban un gramo de este ácido graso durante tres años envejecían tres meses menos que los demás participantes del ensayo, según las mediciones de los marcadores biológicos. También se encontraron con que la ingesta adicional de vitamina D y el ejercicio regular aumentaron el efecto a casi cuatro meses.
Resultados
Las personas mayores sanas que tomaban un gramo de este ácido graso durante tres años envejecían tres meses menos
En el estudio participaron 777 personas que superaban los 70 años de edad y que ingirieron 2.000 unidades internacionales (UI) de vitamina D y/o 1 gramo de ácidos grasos omega-3 diariamente y/o realizaron 30 minutos de entrenamiento de fuerza en casa tres veces por semana.
Se utilizaron herramientas biológicas llamadas relojes epigenéticos para evaluar cómo se veían afectadas las tasas de envejecimiento. Estos artilugios miden la metilación del ADN, modificaciones químicas que se acumulan en el ADN y reflejan la edad biológica, en lugar de la cronológica, del tejido.
El omega-3, la vitamina D y el ejercicio regular combinados “tuvieron el mayor impacto en la reducción del riesgo de cáncer y la prevención de la fragilidad prematura durante un período de tres años, y también en la ralentización del proceso de envejecimiento biológico”, señala Heike Bischoff-Ferrari, primera autora del estudio, en una nota difundida por el centro.
Los participantes obtuvieron beneficios independientemente del sexo, la edad o el índice de masa corporal de los sujetos.

El ejercicio regular aumentó los efectos del estudio
Trabajos anteriores habían sugerido que el omega-3, un ácido graso insaturado presente en alimentos como el pescado azul o los frutos secos, podía ralentizar el proceso de envejecimiento en animales, pero no estaba claro si los humanos podían beneficiarse del mismo modo.
Aunque los resultados hallados pueden parecer insignificantes, Bischoff-Ferrari apunta que “un rejuvenecimiento de la edad biológica de tres a cuatro meses en tres años, si se mantiene, puede tener efectos relevantes en la salud de la población”.
El equipo de investigación, no obstante, ha querido remarcar que su estudio presenta algunas limitaciones. El primero, que “no existe un patrón de referencia generalmente aceptado para medir la edad biológica”, dice Bischoff-Ferrari. “Sin embargo, analizamos los mejores relojes epigenéticos validados actualmente, que reflejan el estado del arte”.
Por otro lado, la muestra estaba compuesta exclusivamente por participantes suizos y, por lo tanto, no representa a la población mundial de adultos mayores de 70 años. En el futuro, planean ampliar sus análisis a personas de países europeos como Alemania, Francia, Austria y Portugal y así trabajar con una mayor diversidad genética y de estilos de vida.