Mientras el pueblo palestino agoniza de hambre -ayer la ONU alertaba de que 14.000 bebés podrían morir en Gaza en las próximas 48 horas si no llega la ayuda alimentaria -; al otro lado de la Franja, en Israel, hay quienes incitan al odio a través de algo tan inofensivo como un dulce: el éclair, ese bollo fino de origen francés que se elabora con pasta choux y normalmente se suele rellenar por dentro con otro ingrediente.
Hace unos días, la periodista israelí Josie Glausiusz denunciaba en un artículo de opinión publicado en Haaretz que paseando por las calles de su ciudad natal, Modi’in-Maccabim-Re’ut (al norte de Jerusalén), vio una panadería que exhibía pasteles decorados de una manera un tanto peculiar, con motivo del Día de la Independencia de Israel, el 14 de mayo.
Los pasteles habían sido preparados para el Día de la Independencia de Israel, el 14 de mayo.
Los éclairs que había preparado presentaban una bandera israelí, sostenida por un palillo -hasta aquí todo normal-, pero en su glaseado mostraban mensajes de odio escritos en hebreo contra el pueblo palestino.
Cuenta la periodista Josie Glausiusz, que algunas de las frases que se habían escrito sobre estos indefensos pastelitos, con azúcar y una letra infantil, se podrían traducir como “que el ejército israelí los golpee duro” o “que el FDI (el ejército israelí) les acribille”.

Palestinos desplazados esperan comida en una cocina comunitaria en Jabaliya, al norte de Gaza, el pasado lunes (Ahmad Salem / Bloomberg)
Además en otros de los mensajes se pedía al ejército que “segara la hierba”, un término que en 2013 se popularizó en Israel para referirse a la estrategia de desgaste diseñada para debilitar las capacidades del enemigo. “Dicho más crudamente, segar la hierba significa bombardear Gaza periódicamente para facilitar una tranquilidad temporal a Israel”, explica Glausiusz en su artículo.
“En Israel, la violencia satura cada día”, titulaba la periodista en su texto, denunciando cómo el odio en el país se ha normalizado hasta alcanzar su versión más dulce. Mientras tanto, Gaza espera desde hace casi 70 días para poder llevarse algo a la boca. Según aseguraron funcionarios israelíes, el lunes entraron cinco camiones con ayuda a la franja, a los que ayer se sumaron 93 camiones “tras una exhaustiva inspección de seguridad”.
Este estancamiento en la distribución de suministros básicos se produce tres días después de que el primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu anunciara el levantamiento del bloqueo de ayuda humanitaria en Gaza para permitir la entrada de “una cantidad básica de alimentos” para evitar una “crisis de hambruna” que pueda resultar contraproducente para los intereses estratégicos de Israel.