Subiendo por el paseo de Santa Madrona, una gran escalinata de piedra da acceso a los jardines del Teatre Grec. Allí, con unas vistas envidiables a la ciudad, ha vuelto a encender los fogones el restaurante efímero Farm to Table, impulsado por Raquel Blasco y Marc Santamaria, chefs y propietarios del restaurante Casa Xica, junto a Joe Littenberg y Lena Wiget de Eat Street.
La propuesta, cuyos artífices definen como “una oda al producto y a la gastronomía de base y sincera”, permanecerá abierta mientras haya programación del festival Grec (hasta el próximo 29 de julio), y será accesible para los espectadores de esta importante cita teatral y para cualquier tipo de público que quiera sentarse en sus mesas y pedir alguno de sus menús.
El agua y el pan están incluidos
Los comensales podrán elegir entre dos fórmulas de 38 euros
Los comensales podrán elegir entre dos fórmulas de 38 euros para las tardes y noches de verano, que estarán disponibles cada día en dos turnos de servicio (de 20 a 21:30 y de 22 a 23:30 horas, y un solo turno a partir de las 20 horas los días sin programación del Grec). Una estará compuesta por cuatro platos y un postre y la otra será apta para veganos.
La tarrina de campaña al Armagnac, pistachos, rúcula y mostaza, los linguine con crema de marisco o el brioche de panceta ibérica con encurtidos y patatas fritas ecológicas son algunos de los bocados que incluirá la primera opción, mientras que el menú vegano presentará una terrina de berenjena con pesto y un curri tikka masala de garbanzos Pedrosillano. El agua y el pan estarán incluidos en ambos casos.
Uno de los platos del restaurante
Los jardines, asimismo, acogerán durante estas semanas varios kioskos, también adscritos a la gestión y propuesta gastronómica de Farm to Table, que ofrecerán una carta con clásicos del picoteo como croquetas (de rape y gamba o de quinoa, leche de coco y champiñones), un bikini trufado o el Mollete de berenjena, rúcula y pesto de tomate seco. Su horario irá de las 20 horas hasta la madrugada.
Pero, a diferencia del resto de años, el espacio donde se establecerá Farm to Table estas semanas no quedará vacío tras terminar el festival. A partir de septiembre, Casa Xica se encargará de su gestión y el establecimiento, que pasará a llamarse Blasco, estará abierto de forma permanente.

