Con la llegada del buen tiempo, también llega el momento de encender la parrilla y disfrutar de una buena carne al aire libre. Este producto, como muchos otros, tiene una gran versatilidad culinaria, si bien entraña un ligero inconveniente: es muy difícil de cocinar si no se tienen los conocimientos adecuados para ello.
En este sentido, el experto en gastronomía científica Heinz Wurth ha desvelado un secreto de la carne que la deja mucho más jugosa. Lo ha hecho en un vídeo de Instagram (@soycienciaycocina) donde ha puesto a prueba una técnica muy comentada entre parrilleros para demostrar su efectividad.
Se trata de dejar la carne en remojo de leche antes de ser cocinada. “Pero, ¿funciona de verdad?”, se ha cuestionado el experto en el metraje, que ya acumula más de 150.000 ‘me gusta’. Al mismo tiempo, Wuth también ha explicado el proceso que sigue el producto cuando entra en contacto con el líquido.
El experto pone a prueba la técnica de la carne y la leche
Aunque puede parecer mentira, meter la carne en la leche antes de prepararla a la parrilla es una técnica bastante usada por los profesionales, si bien hasta ahora no se había puesto a prueba. Para determinar su verdadera efectividad, el experto en gastronomía científica ha realizado un experimento.
El primer paso ha sido obtener dos pechugas de pollo iguales para comparar los resultados tras finalizar el experimento. En concreto, una de las carnes la ha dejado a remojo de la leche durante 24 horas, mientras que la otra ha reposado el mismo tiempo sin entrar en contacto con nada más. Después de un día, el experto las ha horneado para compararlas.
¿El resultado? Pues bien, después del experimento la pechuga de pollo que se encontraba a remojo ha demostrado ser “más tierna”, y “su jugosidad es superior”. Este, sin embargo, no ha sido el único experimento que ha realizado el experto, quien también ha probado la técnica con “malaya o matambre de cerdo”, demostrando, de nuevo, la efectividad del método.
¿Cómo funciona esta técnica?
Una vez demostrado que este método no es solo tradición, sino que tiene una base científica, el experto ha incidido en el proceso que sigue la carne en contacto con la leche para tener más jugosidad. Al parecer, todo tiene que ver con unas enzimas determinadas que tiene el propio producto.
“La leche activa enzimas naturales presentes en la carne como las Calpainas, que ayudan a desenredar y cortar las fibras musculares”, ha explicado Wuth. Gracias a este proceso, la estructura se relaja y esto se traduce en un alimento mucho más blando y jugoso.
El experto, además, ha incidido en que se trata de una técnica viable para todo tipo de carne, si bien es mejor llevarla a cabo en trozos más finos. “Una técnica sencilla con respaldo científico que puede marcar la diferencia”, ha concluido Wuth.


