Hay personas que tienen en su interior un gen autoritario. Normalmente les suele aflorar en lugares como tiendas y restaurantes. Piensan que, al ser clientes, tienen derecho a todo y deben tratarles como una especie de dioses.
Es gente que no concibe que un trabajador pueda tener algún tipo de derecho que afecte a su comodidad y estatus. “El favor se lo hago yo viniendo” es una frase que repiten hasta la saciedad estas personas.
La cuenta de Twitter de @soycamarero, especializada en denunciar los abusos que sufren los trabajadores de la hostelería, ha compartido una reseña en la que se ve un ejemplo perfecto de este tipo de comportamiento.
La crítica del cliente dice que, cuando fue a cenar a las 11 de la noche le dijeron que la cocina cerraba una hora más tarde, para ver “cómo iban sacando platos en mi cara”. La respuesta del establecimiento no se hizo esperar.
El horario laboral, el principal motivo del rechazo del pedido
La justificación que da el local es que, si hubieran atendido más comandas, hubiera superado el horario laboral que tienen los empleados, que finaliza a las 12 de la noche. ”Creéis que podéis venir a la hora que os dé la gana y que se os tiene que atender”, critica el encargado de la aplaudida respuesta.