Los bares, restaurantes y otros locales gastronómicos se suelen asociar con el hecho de pasar un buen rato en familia o junto a la buena compañía de amigos mientras se disfruta degustando comida distinta a las que se consume habitualmente en casa. Sin embargo, no todo es de color de rosa en el sector de la hostelería.
Y es que las condiciones laborales lamentables de muchos trabajadores, con jornadas interminables y constantes conflictos y discusiones entre propietarios, camareros y clientes son tan solo algunos ejemplos de los conflictos que sufren los trabajadores habitualmente en este sector.
Situaciones así seguramente se han producido desde toda la vida, pero antes solo quedaban en el recuerdo de quienes las habían vivido. Sin embargo, con la entrada de las redes sociales en el juego, hoy en día estos conflictos tienen mucha más repercusión. En ellas, los camareros han encontrado un espacio virtual donde poder dar voz a todas las injusticias a las que se enfrentan a diario. Y también los clientes.
Uno de los perfiles más conocidos que da voz a los conflictos que se dan en la hostelería es la cuenta de X (antes Twitter) Soy Camarero. Este perfil se hace eco día tras día de situaciones que le explican sus compañeros de profesión y también de clientes enfadados por malos servicios. Recientemente, el camarero detrás de este perfil, Jesús Soriano, ha difundido una captura de pantalla que muestra el mensaje que una mujer ha enviado a sus jefes y compañeros por el grupo de WhatsApp del trabajo después de dejar la empresa.
Se trata de una española que ha dejado su empleo en un restaurante de Berlín y, antes de irse del grupo de WhatsApp del trabajo, ha decidido mandar un contundente mensaje que dice así: “Gracias a mis maravillosos compañeros de servicio y cocina, ha sido un placer trabajar con vosotros. A Paulo y Patrick, sois unos sinvergüenza como jefe y manager. Tenéis un trato deplorable hacia los trabajadores y os importa un comino el bienestar de estos”.
Reacciones en redes
“Esa misma carta se la podría dedicar a mis últimos jefes. Ahora me quedo con las ganas de haber enviado algo así a más de un jefe”
Y sigue: “No tenéis contentos a vuestros empleados y tardarán muy poco en irse todos menos los que acepten vuestra explotación porque la tienen normalizada. Incluso los clientes notan el estrés y las condiciones horribles en las que ponéis al servicio. Sois muy poco inteligentes y muy poco buenas personas. Así vuestro negocio solo irá a peor y el karma actuará. Sois infantiles y unos bullys, creéis que tenéis el poder para tratar así a la gente y eso os hace estar vacíos e infelices, me dáis pena. Solo puedo alegrarme de haberme ido de vuestro horrible negocio. Hasta nunca”, termina la exempleada.

