Llega una de las etapas más esperadas del año: la Navidad, y con ello las comidas y cenas con infinidad de entrantes y las cestas de regalos de las empresas. Todos estos eventos suelen añadir un elemento común: el jamón, uno de los productos más típicos en España y que más se consumen.
El 75% de los españoles, de hecho, asegura que toman este jamón curado más o menos regularmente, tal y como se ha desprendido de un informe acerca del sector cárnico elaborado por la Comunidad de Madrid. Las cifras que muestran, además, señalan que nuestro consumo se sitúa en 6,5 kilogramos de media por persona al año.
El jamón, además de en estas comidas navideñas, también es un básico en nuestra alimentación diaria, especialmente en los desayunos donde se puede tomar acompañado de una tosta o del pan con tomate. Así lo ha mostrado la nutricionista Terica Uriol, quien ha incidido en los tipos de jamón que más nos convienen para nuestra dieta.
¿Qué tipos de jamón existen?
La experta, por su parte, ha utilizado la plataforma Instagram para hacer mención a las distintas variedades que se pueden encontrar de este producto y las propiedades de cada una de ellas. “Esto de los jamones es todo un mundo porque hay jamón curado, jamón curado Duroc…”, ha mencionado la nutricionista.
Cuando se habla de jamones, la mayoría apuesta por el jamón curado, que es el que sale del “cerdo blanco”. También es posible encontrar jamón curado Duroc en los supermercados, en cuyo caso se hace alusión a una raza de cerdo distinta. “Es otro que por lo visto los mezclan y sale como más sabroso”, ha señalado.
El jamón serrano es otra de las variedades que se pueden consumir y que también es muy común encontrarla en hogares y restaurantes, pero no es la única. El ibérico, por otro lado, es el más exclusivo y el más caro. “Está riquísimo y significa que viene de la Península Ibérica que está alimentado con bellota”, ha mencionado, al respecto.
¿Qué jamón conviene más?
La nutricionista ha elaborado su análisis basándose en la grasa que acumulan todas estas variedades del producto. El ibérico, por ejemplo, es el que más grasa tiene y, por lo tanto, es mejor consumirlo en momentos muy determinados y no tanto de forma cotidiana. “Ese ya para los días libres”, ha apostillado.
No sucede lo mismo con el jamón curado y el de tipo Duroc, que tienen “menos grasa” que el Serrano. “Los jamones Duroc tienen más veta dentro, y eso significa que son de mejor calidad porque la grasa está infiltrada”, ha expresado Uriol, al tiempo que instaba a consultar la etiqueta para comprobar la cantidad de esta grasa”.
“Quitamos esa grasa y lo estamos dejando en uno o dos de grasa”, ha mencionado, observando la etiqueta de un jamón con 10 de esta grasa. La clave, entonces, está en “quitar” para evitar tomar demasiada en nuestras tostas y panes.


