Las mesas navideñas tienen un protagonista que nunca falta: el jamón. Este manjar se convierte en el centro de atención de aperitivos y cenas, ocupando un lugar especial en el menú. Pero detrás de su sabor irresistible, los expertos advierten de los riesgos que puede implicar si nos dejamos llevar por los excesos. Aunque parezca inofensivo, abusar de este producto tiene más inconvenientes de los que muchos imaginan.
Según Arantza Ruiz de las Heras, especialista en dietética y nutrición del Hospital Universitario de Navarra, el jamón serrano no es embutido como tal, aunque pertenezca a los derivados cárnicos. La diferencia radica en que los embutidos se presentan en tripa, algo que no ocurre con el jamón.
Navidades saludables
¿Qué riesgos esconde el jamón?
Sin embargo, lo que preocupa realmente no es esta clasificación, sino su composición: “Aporta grasas saturadas, mucha sal y calorías”, explica la experta a Europa Press, que insiste en que su consumo debe ser ocasional y no una constante de ir cogiendo loncha tras loncha.
Es mejor tener la mano quieta para no comprometer la salud
Para quienes disfrutan del jamón sin medida, Ruiz de las Heras lanza un aviso claro: este alimento contiene elementos que no favorecen la salud cardiovascular, como grasas saturadas no cardiosaludables y altos niveles de colesterol. Además, menciona que algunos tipos de jamón incorporan despojos que, sumados al contenido elevado de sal, lo convierten en un producto poco recomendable si se consume de manera habitual.
Aunque no existe un consenso sobre cuántos días es “seguro” comer jamón, la nutricionista lo deja claro: cuanto menos, mejor. “No se trata de prohibir alimentos, sino de entender que hay que priorizar opciones más saludables”, matiza.
Consejos de experto
La importancia de moderar los excesos
La recomendación general de los especialistas también incluye moderar el consumo de carnes procesadas en general. Desde 2015, la Organización Mundial de la Salud ha señalado su posible relación con enfermedades graves, como el cáncer de colon, basándose en estudios como el del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC). Aunque el jamón no es el principal señalado, su composición rica en colesterol, sal y grasas lo pone bajo el foco.
El papel del jamón en una dieta equilibrada durante las fiestas
Por lo tanto, el jamón puede tener su lugar en una alimentación variada, pero siempre como un capricho ocasional. Como bien dice Ruiz de las Heras, la clave está en la moderación: “Dentro de un plan saludable, donde hay muchos vegetales, tomar un poco de jamón serrano no es problemático”.
