Irene de Mastinell: el rosado de sumoll que da voz al Penedès

Un vino fresco, elegante y auténtico, elaborado con una de las uvas más singulares de Catalunya

Irene

Irene

Mastinell

Cada vez son más los elaboradores que miran hacia el pasado para recuperar lo mejor del territorio. Uno de los ejemplos más brillantes de esta tendencia es Irene, el rosado 100% sumoll que firma la bodega Mastinell, en el corazón del Penedès. Un vino con identidad, con frescura y con una historia que se cuenta en cada sorbo.

Este rosado forma parte del pack Ruta por seis denominaciones catalanas, y representa al Penedès desde una mirada poco habitual, pero profundamente conectada con sus raíces.

Sumoll: la uva olvidada que vuelve con fuerza

El sumoll es una variedad tinta autóctona catalana que durante años fue relegada por su rusticidad, pero que hoy vive un renacimiento gracias a bodegas que apuestan por vinos más ligeros, honestos y territoriales. Vinificado como rosado, el sumoll da lugar a vinos con un perfil muy especial: frescos, florales y con personalidad.

Irene captura todo eso con elegancia: tiene un punto floral y una acidez refrescante que lo convierte en una opción ideal para el verano.

Un rosado con carácter y sensibilidad

Lejos del rosado neutro o dulzón, Irene se posiciona como un vino con intención. Ligero, sí, pero con estructura. Agradable, pero nada plano. Es perfecto para acompañar cocina mediterránea, tapas, ensaladas, arroces, o simplemente para compartir una copa al atardecer.

La sensibilidad detrás de un nombre

Mastinell ha querido rendir homenaje a la madre del elaborador con este vino, lo que refuerza su carácter emocional y familiar. Pero Irene es más que un gesto personal: es una declaración de amor al Penedès, a la uva sumoll y a los vinos con alma.

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