Hay vinos que saben a celebración. Y luego está Castell d’Or Rosé, que convierte cualquier instante —por simple que sea— en un momento para recordar. Versátil, fresco y lleno de matices afrutados, este espumoso rosado es ese comodín que siempre viene bien tener cerca cuando llega el verano.
Además, su carácter único se lo debe a la variedad Trepat, que aporta al cava frescor, notas de fruta roja y una elegancia sutil que lo hacen único e irresistible.
De aperitivos a sobremesas
Visualiza un aperitivo en la terraza con vistas, una barbacoa que empieza al mediodía y termina bajo las estrellas, o una comida de domingo que se convierte en sobremesa infinita. Castell d’Or Rosé encaja en todos esos escenarios con naturalidad, sumando chispa, color y alegría sin robar protagonismo.
El brindis más fácil de acertar
Con su burbuja fina, su frescura equilibrada y ese tono rosa que alegra cualquier mesa, este espumoso está pensado para quienes disfrutan del día a día con ganas de brindar, aunque no haya un motivo concreto. Porque cualquier excusa es buena si hay una copa en la mano.