Carlota Akaneya desvela en el Raval el secreto mejor guardado de la alta gastronomía japonesa

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Este establecimiento fue el primer sumibiyaki de Europa y, desde 2023, es el segundo restaurante fuera de Japón autorizado a servir Matsusaka Beef, una de las carnes más exclusivas del mundo

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Matsusaka Beef servido en Carlota Akaneya

Matsusaka Beef servido en Carlota Akaneya

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Mientras la brasa se enciende en el centro de la mesa y el aroma del carbón vegetal despierta los sentidos, se inicia el ritual japonés que propone el restaurante Carlota Akaneya, en pleno corazón del Raval barcelonés. Este establecimiento fue el primer sumibiyaki de Europa, una barbacoa tradicional nipona en la que los comensales asan sus propios alimentos alrededor de una parrilla incrustada en la mesa. Sin embargo, lo que realmente hace único a este restaurante es la joya de su carta: el Matsusaka Beef de Ito Ranch, una de las carnes más exclusivas y valoradas del mundo, procedente de la granja que abastece a la familia imperial y al primer ministro de Japón.

Este wagyu —palabra que en japonés significa literalmente “vaca japonesa”— ofrece una textura cremosa, un sabor sutil y una suavidad excepcional, con un precio que puede superar los 500 euros por kilo. Aunque en Japón se considera un verdadero tesoro culinario, en Occidente aún es un secreto bien guardado. Solo dos restaurantes fuera del país están autorizados a servirlo, y uno de ellos es, precisamente, Carlota Akaneya.

Una de las mesas del restaurante Carlota Akaneya

Una de las mesas del restaurante Carlota Akaneya

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El Matsusaka Beef proviene de la ciudad de Matsusaka, en la prefectura de Mie, Japón, y es considerado uno de los tres grandes wagyu junto al Kobe y al Omi. Su reputación se debe al meticuloso cuidado con el que se crían las reses vírgenes de raza negra japonesa (Kuroge Washu), alimentadas durante más de mil días con una dieta controlada que incluye cereales, arroz y agua pura. La clasificación A5 BMS12 representa la máxima excelencia: la letra A indica el mayor rendimiento cárnico posible, el número 5 la mejor calidad en factores como color, textura y grasa, y el BMS12 (Beef Marbling Score) señala el nivel más alto de infiltración de grasa, lo que garantiza una carne excepcionalmente tierna, jugosa y sabrosa. Esta combinación convierte al Matsusaka Beef A5 BMS12, servido en Carlota Akaneya, en una joya de la gastronomía japonesa y en un símbolo de perfección en el arte del wagyu.

Un tesoro culinario

El Matsusaka Beef que sirve Carlota Akaneya proviene de la granja que abastece a la familia imperial y al primer ministro de Japón

'Crown Melon', servido en Carlota Akaneya

'Crown Melon', servido en Carlota Akaneya

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Carlota Akaneya abrió el 15 de agosto de 2011 inspirado en un pequeño restaurante de Kioto que su fundador Ignasi Elías descubrió en Japón. Junto a su amigo Felipe Fernández creó el local y lo nombraron en honor a la madre de Elías. En 2014 fueron el primer restaurante en occidente en ofrecer wagyū A5 fuera de Japón Hong Kong o Macao. En 2016 Chiho Murata se unió al equipo para renovar los menús junto al chef Josep Gómez y acercarlos a la tradición japonesa. En 2020 fueron el primer restaurante en Barcelona y uno de los tres en España en servir Kobe Beef certificado. En 2023 se convirtieron en el segundo restaurante fuera de Japón autorizado para servir Matsusaka Beef.

Actualmente, Carlota Akaneya ofrece dos menús que se adaptan a diferentes niveles de exploración gastronómica. El menú Akaneya (79,90 €) es perfecto para una primera visita e incluye clásicos japoneses como edamame, sopa de miso de Hokkaido, verduras y setas en hotpot, pescado fresco, una degustación de Kobe Beef A5, y como cierre, una mousse de té matcha acompañada de fruta de la pasión. El menú Fukuroi (119,90 €), pensado para quienes desean profundizar en la experiencia, ofrece  tonkatsu de lomo de cerdo, nigiri de Matsusaka Beef A5, un surtido con tres cortes selectos del día de Matsusaka Beef, sake de ciruela japonés y, para terminar, el Crown Melon de Fukuroi, reconocido como el mejor melón de Japón.

Interior del restaurante Carlota Akaneya

Interior del restaurante Carlota Akaneya

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Cultivado en invernaderos de la prefectura de Shizuoka, el Crown Melon recibe cuidados casi ceremoniales. Solo una fruta se deja crecer por planta —las demás se eliminan— para que concentre todos los nutrientes y adquiera un dulzor y textura inigualables. Se controlan meticulosamente la temperatura, la humedad y la luz solar, e incluso se masajea la fruta para favorecer una forma y piel perfectas. Solo los melones que superan estrictos controles de calidad obtienen el sello “Crown” y se presentan con una corona en su etiqueta. Su carne, intensamente aromática y jugosa, tiene un dulzor equilibrado que roza la perfección. En Japón, regalar un Crown Melon es una muestra de respeto y aprecio, especialmente en ocasiones formales, y su precio puede superar los 200 euros por unidad.

Carlota Akaneya entiende el valor de lo que se perfecciona con el tiempo, la paciencia y la dedicación, al igual que un artesano que busca la excelencia. Es una experiencia gastronómica para vivir con calma, atención y pleno disfrute. Dedicar alrededor de dos horas y media a comer sin prisa, saboreando aromas intensos —con delicados matices de romero— y permitiendo que el paladar emprenda un viaje, es parte esencial de esta propuesta.

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