Con más de 1.200 protocolos por acoso escolar y otros 1.370 por riesgo de suicidio activados solo durante este curso en los colegios de la Comunidad de Madrid, la preocupación por la salud mental en las aulas es más urgente que nunca. En este contexto, el psiquiatra Jorge Vidal, coordinador del Programa de Salud Mental y Educación del Hospital Gregorio Marañón, ha lanzado un mensaje claro en una entrevista en Magisnet: “A los profesores no se les puede pedir hacerse cargo de los problemas de salud mental de sus alumnos”.
Vidal denuncia que muchos docentes se sienten desbordados, y con razón. “Se quejan de que ahora se les pide que sean también psicólogos, y es comprensible. Lo que tenemos que hacer no es pedirles más, sino darles más”, afirma. Para el especialista, esto pasa por ofrecer formación específica, apoyo institucional y acceso a recursos eficaces para poder sostener emocionalmente al alumnado sin asumir responsabilidades que no les corresponden.
“Medicalizar no es la respuesta”
Durante la conversación, Vidal advierte sobre un doble problema: “Estamos sobrediagnosticando e infradiagnosticando al mismo tiempo”. Por un lado, se tiende a etiquetar como trastornos situaciones que pueden ser respuestas normales al malestar o al entorno. Por otro, los casos verdaderamente graves muchas veces no reciben la atención adecuada por falta de recursos terapéuticos eficaces en la sanidad pública.

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Uno de los ejemplos más claros, según el psiquiatra, es el tratamiento del TDAH. “Se está medicalizando en exceso porque no hay suficientes alternativas psicopedagógicas o de terapia. En muchos casos, la pastilla es lo único que hay disponible”, lamenta.

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Una sociedad que no tolera el malestar. Más allá de los problemas estructurales, Vidal también propone una reflexión cultural. “Vivimos en una sociedad con intolerancia al malestar y falta de sentido. Eso afecta directamente a la salud mental de niños y adolescentes”, sostiene. Y alerta de un fenómeno creciente: el efecto llamada que pueden provocar algunos programas de psicoeducación emocional mal enfocados.

Depresión en jóvenes, imagen de archivo.
En su opinión, más que hablar constantemente de salud mental, es necesario dotar al alumnado de herramientas prácticas para regular emociones y aprender a lidiar con el sufrimiento, una parte inevitable de la vida. “Hoy parece que cualquier malestar debe ser eliminado inmediatamente, y eso no es realista”, afirma.
La salud mental del profesorado, un tema invisible. Uno de los aspectos más impactantes de la entrevista llega cuando se aborda la salud mental del propio profesorado. “Profesor es una de las profesiones con mayor tasa de suicidio”, recuerda Vidal, subrayando la gravedad de la situación. El experto propone crear centros de atención psicológica específicos para docentes y recalca: “No se puede dar lo que no se tiene. Si el profesorado no está equilibrado, no podrá sostener emocionalmente a sus alumnos”.
Más apoyo, menos exigencias
La solución no pasa por seguir cargando a los docentes con funciones para las que no están formados, sino por acompañarlos y dotarlos de recursos reales. Porque, como insiste Jorge Vidal, “no se trata de que los profesores hagan de psicólogos, sino de que puedan contar con el respaldo necesario para detectar, derivar y acompañar sin sobrecargarse”.