El psiquiatra y psicoterapeuta José Luis Marín, fundador de la Comisión de Médicos Psicoterapeutas del Colegio de Médicos de Madrid, lo tiene claro: la psicoterapia auténtica no siempre es cómoda. Para él, “si la psicoterapia no duele, es que no es psicoterapia”.
En un vídeo que se ha publicado en redes sociales, Marín explica que el objetivo de la terapia no es únicamente escuchar o entender al paciente, sino provocarle para que piense y sienta incluso aquello que preferiría evitar. “Obligar al paciente a pensar, obligar al paciente a pensar incluso en lo que no quiere pensar, y a sentir lo que no quiere sentir. Esa es la función de la psicoterapia”, afirma.

Captura de vídeo
La provocación como herramienta terapéutica
Según Marín, muchas de las preguntas que un terapeuta hace no buscan únicamente una respuesta directa. Lo realmente importante es que el paciente escuche la pregunta y se vea obligado a reflexionar sobre ella, aunque inicialmente la rechace.

Si la terapia psicológica no funciona, es importante hablarlo con el profesional y consultar una segunda opinión.
“Cuantas más veces repite que no, más veces es que sí”, señala, subrayando que a menudo la comprensión llega sesiones después, cuando el paciente admite haber reflexionado sobre aquello que en un primer momento negó.

José Luis Marín, psiquiatra,
Este enfoque, explica, difiere radicalmente de la autoayuda, que no confronta ni incomoda. “Si la psicoterapia no provoca, no es psicoterapia, es autoayuda”, sentencia.
Un proceso que requiere tiempo y paciencia
Marín recalca que en terapia no se trata de forzar confesiones ni de insistir de manera coercitiva. La clave está en plantar la semilla de la reflexión y esperar a que el propio paciente llegue a sus conclusiones. “No importa tanto la respuesta inmediata como que la pregunta se quede resonando”, explica.