Cerrar el grifo con un movimiento rápido y seco es un hábito común en la mayoría de hogares. Sin embargo, según Damián Lorca, este simple acto es una práctica de riesgo que “está poniendo en peligro tus tuberías”. El divulgador, conocido por trasladar conceptos de la ingeniería industrial a la vida cotidiana, utiliza un vídeo viral para alertar sobre un fenómeno poco conocido pero potencialmente dañino: el golpe de ariete.
Su explicación, avalada por los protocolos de seguridad de los grandes talleres, revela que un segundo de paciencia al cerrar el agua puede alargar significativamente la vida de nuestras cañerías.
El “golpe de ariete”
La clave de la advertencia de Lorca reside en un principio físico conocido en ingeniería como golpe de ariete. Este fenómeno ocurre cuando el flujo de un líquido en movimiento (en este caso, el agua) se encuentra con un cierre brusco.
Grifo cerrado
“Cuando el agua se encuentra con un cierre brusco, la presión aumenta y el agua golpea las tuberías”, explica el experto. Este aumento repentino y violento de la presión genera una onda de choque que se transmite por toda la instalación, golpeando las paredes internas de las tuberías y las conexiones.
Protocolos para evitar catástrofes
Lorca busca dar credibilidad a su advertencia explicando cómo se gestiona este riesgo a gran escala. “En los grandes talleres industriales, las válvulas enormes no se cierran de golpe”, señala. En estas instalaciones, el cierre repentino de una válvula en una tubería de gran caudal “podría dañar seriamente las tuberías e incluso hacerlas explotar”.
Por este motivo, las industrias cuentan con “sistemas y protocolos especiales” diseñados específicamente para cerrar las válvulas de forma gradual y controlada, disipando la energía cinética del agua y evitando el peligroso pico de presión.
Damián Lorca
El daño silencioso en el hogar
Aunque en una vivienda las consecuencias no sean tan espectaculares como una explosión, el daño existe y es acumulativo. Lorca aclara que “esto en una fábrica puede ser catastrófico”, pero en casa el efecto es más sutil, aunque igualmente perjudicial.
“Y en casa, aunque no lo notes, a lo largo del tiempo, con estos golpes repetidos, puede causar daños en tus tuberías y filtraciones”. Cada vez que se cierra un grifo bruscamente, se produce un microgolpe de ariete que, con el paso de los meses y los años, va debilitando las soldaduras, aflojando las uniones y generando pequeñas fisuras que pueden derivar en goteos, humedades y averías costosas.
Captura de vídeo
La forma correcta de cerrar el grifo
Frente al problema, Damián Lorca ofrece una solución sencilla y gratuita. La forma correcta de cerrar el grifo no requiere de herramientas especiales, sino simplemente de un cambio de hábito.
“Por eso, la forma correcta de cerrar el grifo sería esta”, indica, mostrando un cierre lento y progresivo. En lugar de girar la llave de golpe, se debe hacer girar poco a poco, hasta cortar el flujo de agua de manera suave.
El divulgador reconoce que “puede dar pereza”, pero insiste en que se trata de “tardar un segundo más”. Y concluye con un argumento contundente: ese segundo de más “es más rentable que pagar a un fontanero”.
