Que un perro intente montar a su dueño o a otras personas no siempre tiene un trasfondo sexual. El entrenador canino Baruch Correa aclara que, en muchos casos, se trata de una conducta de desplazamiento causada por el estrés o la sobreexcitación.
“Tu perro literalmente se estresó, se sobreexcitó y lo que pasa es que tiene que liberar esa energía de alguna manera. Entonces, la conducta de desplazamiento es esa: montarte”, explica el experto. Este tipo de reacción suele ser una forma de canalizar energía acumulada y, según Correa, la solución está en ofrecerle más actividad física y mental.

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Jugar más y mejor: la clave para controlarlo
El adiestrador propone dos estrategias sencillas para redirigir esa energía:
- Juego con mordedor: Enseñar al perro a morder y mover el juguete de un lado a otro, simulando una pequeña “pelea” controlada que le permita descargar tensión.
- Uso de un Kong o pelota: Aprovechar estos objetos para activar su instinto de presa y que pueda liberar energía a través del juego de persecución y captura.

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Un cambio que requiere paciencia. Correa insiste en que no es un problema que se resuelva de la noche a la mañana. La clave está en la constancia y en practicar regularmente hasta que el perro aprenda a canalizar su energía de forma adecuada.
“Esto es de tener paciencia, practicar mucho hasta que tu perro te obedezca”, recuerda el experto, que anima a los dueños a entender este comportamiento como una señal de que el animal necesita más actividad y estimulación, no como una simple travesura o desobediencia.