¿Qué hacer cuando otro niño levanta la mano para golpear al tuyo? Es una pregunta que desarma a madres y padres por igual. La respuesta más común suele oscilar entre dos extremos: devolver el golpe o evitar el conflicto a toda costa. Pero entre la agresión y la sumisión hay un camino muchas veces olvidado: la asertividad. Expertos en psicología infantil subrayan que la asertividad es una habilidad social clave: mejora la autoestima, reduce la ansiedad y previene dinámicas de abuso.
Javier de Haro es psicólogo y, en uno de sus últimos vídeos en TikTok, ha hablado de cinco pasos que podemos seguir para enseñar a nuestro hijo a defenderse de manera asertiva: “No es tan fácil decirle al niño pégale tú también porque hay niños que no son así, porque los otros pueden ser más fuertes o más mayores, pero sobre todo, por el daño que le podemos hacer enseñándole a resolver sus conflictos con la violencia”, empieza diciendo.

Los niños con rabiatas pueden pegar a otros niños.
Polémica. El experto es consciente de que su opinión generará controversia, pero cree firmemente que es lo mejor que podemos hacer como padres: “Va a ser polémico porque muchos no estaréis de acuerdo. Lo entiendo. Pero siempre voy a defender y recomendar la asertividad frente a la agresividad o la pasividad como estrategias para resolver conflictos”, afirma.
Cinco consejos para que tu hijo aprenda a defenderse de forma asertiva
Escuchar y legitimar. Cuanto te cuente lo que ha pasado escúchate sin juzgarle ni criticarle. No te enfades con él porque si no se ha defendido de forma correcta es porque no tiene las herramientas para ello.
Modo Defensa. Enséñale en casa y practica cómo poner límites ante ese tipo de situaciones. Puedes decirle que se separe, que extienda los brazos y que diga en voz alta que no le peguen: “Es importante practicarlo en casa para que lo tenga entrenado y lo pueda automatizar”, comenta.

Los niños pequeños presentan una tendencia a morder como reacción a la frustración.
Buscar ayuda. Enséñale que es muy importante que no se aísle y que busque a sus amigos, a un mayor o a un profesor para así contarles lo que está pasando.
Habla con el tutor. Si no es algo puntual, involuntario o poco significativo lo mejor es hablar con el colegio para que lo puedan tener en cuenta. Explícale a tu hijo que se aleje de esas personas porque los amigos se cuidan.
Practica en casa. La asertividad se aprende y se mejora en casa. Enséñales que pueden discutir y rebatir órdenes, pero siempre con respeto y asertividad: “Los niños que saben gestionar los conflictos en casa saben defenderse mejor cuando están fuera”, termina diciendo.